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jueves, 18 de diciembre de 2008

Acta del pleno del pasado 20.11.2008 donde el PSM presentó la iniciativa sobre infantil

En el día de los Derechos de la Infancia

PNL 68/08 RGEP 7951, Proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista, con el siguiente objeto: La Asamblea de Madrid insta al Gobierno de la Comunidad de Madrid a desarrollar y aprobar una normativa específica que regule los requisitos mínimos de los centros de la red pública de Escuelas Infantiles y Casas de Niños en la Comunidad de Madrid, que establezcan al menos, los aspectos relacionados.
Asimismo, instar al Gobierno de la Comunidad de Madrid a que, los fondos provenientes del Plan EDUCA 3, promovido por el MEPSD, se inviertan exclusivamente en la construcción de nuevas escuelas infantiles públicas.

Te puedes bajar el pdf de la sesión aquí

La Sra. PEINADO VILLEGAS: Gracias, señora Presidenta. Señorías, buenas tardes.

Quiero, en primer lugar, saludar a la junta de portavoces de escuelas infantiles y a las federaciones de enseñanza de UGT y de Comisiones que están en la tribuna de
invitados porque tienen mucho interés en conocer la postura de los Grupos Parlamentarios respecto a esta proposición no de ley que hoy presentamos y que no trata de otra cosa sino de la calidad de la educación infantil en la Comunidad de Madrid.

Hoy, señorías, entre otras efemérides, se celebra un aniversario: el de la adopción, un 20 de noviembre de 1989, mediante resolución 44/25 de las Naciones Unidas, de la Convención de los Derechos del Niño. Hoy, además, en las escuelas infantiles ha
habido una suelta de globos para reivindicar este aniversario, pero también una concentración en protesta por las políticas que en materia de
educación infantil lleva a cabo la Comunidad de Madrid. Les quiero citar el artículo 3.1 y 3.2 de esta Convención porque estoy segura de que, cuando los lean, SS.SS. del Partido Popular -la señora Consejera no, porque no está presente para escucharlo- se van a dar por aludidos.

Dice el punto número 1: “En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas y privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a
que se atendrán será el interés superior del niño”.

El punto número 3: “Los Estados parte se asegurarán de que las instituciones de servicios y establecimientos encargados de cuidado y la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de: seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en
relación con la existencia de una supervisión adecuada”. Cosa que ustedes no están haciendo en esta Comunidad de Madrid, sobre todo desde marzo de este año.

Señorías, en la Comunidad de Madrid el funcionamiento de la red pública de escuelas infantiles y casas de niños ha tenido durante más de 17 años una regulación propia y específica que ha permitido que esta red sea valorada como muy positiva por sus elevados estándares de calidad. Así lo ha considerado la comunidad educativa en su conjunto y así lo expresa la sociedad madrileña, aunque ustedes no quieran verlo, señorías del PP, porque cada año se quedan sin plaza de educación infantil pública más de 35.000 familias que prefieren que sus hijos estén escolarizados en esta red. Señorías del PP, no sé si se habrán preguntado por qué las familias madrileñas optan por elegir -es una palabra que a ustedes les gusta mucho- la red pública de escuelas infantiles y casas de niños para sus hijos; si se lo han preguntado, si saben la respuesta -estoy segura de que sí la conocen-, no les ha importado en absoluto. Lo demuestran en que en marzo de este año, con el Decreto 18/2008, hayan equiparado las condiciones y requisitos mínimos de las escuelas infantiles públicas a las de las privadas; éstas eran mucho más laxas y más mínimas -si me permiten la redundancia-, en vez de avanzar retrocedemos, señorías, eso es el progreso, efectivamente. Con esta medida, con este decreto, ustedes se han puesto de espaldas a las demandas ciudadanas de los madrileños, que mayoritariamente piden que sus hijos estén escolarizados en escuelas infantiles públicas. Les voy a decir por qué: los padres eligen la escuela pública infantil porque saben que, al menos hasta la aprobación de este decreto, tenían unos elevados niveles de calidad; porque sabían que a sus hijos les iban a considerar en estos centros sujetos al derecho del interés superior de los niños, con derecho a un desarrollo integral; porque saben que estas escuelas cuentan, sobre todo, con los mejores y más cualificados profesionales; porque saben que en estas escuelas se llevan a cabo proyectos pedagógicos que tienen como finalidad procurar al niño un completo desarrollo físico, social, cognitivo y afectivo en un entorno de respeto, salud, nutrición y en una escuela inclusiva que proporciona al niño lo que éste precisa, sea cual fuere su situación personal, familiar o social, porque es una escuela que garantiza la igualdad de oportunidades, señorías. Las familias eligen la escuela infantil pública porque saben que sus hijos no sólo serán cuidados sino que serán atendidos como personas, objeto de una especial atención y protección y, que además, recibirán una educación de calidad. La calidad y la seguridad es lo que las familias quieren para sus hijos, pero el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en contra de lo que constantemente afirma, no quiere garantizar la libertad de elección de las familias madrileñas porque con su decreto de requisitos mínimos ha rebajado sustancialmente la calidad de la atención y de la educación de las escuelas infantiles públicas. Ustedes quieren pasar de un modelo de educación a un modelo asistencial; hay una diferencia muy sustantiva.

Han rebajado la calidad de las escuelas infantiles públicas porque han aumentado las ratios en los tres grupos de edad, pero especialmente grave es el caso del grupo de dos años, que ha pasado de 16 niños por aula a 20, 4 más, sin incrementar por ello los espacios ni el número de profesionales que les atienden. Señorías, la de dos años es una edad clave porque es el momento en el que los niños tienen que aprender a controlar los esfínteres, cuando hay que trabajar con ellos habilidades sociales, el desarrollo del lenguaje porque es cuando empiezan a hablar y los profesionales -hoy están aquí presentes muchos de ellos- nos aseguran que con una ratio tan elevada es imposible llevar a cabo esta labor de educación, que es determinante para el posterior desarrollo del niño, no sólo físico sino también cognitivo, para el mejor aprendizaje de la lectoescritura, para adquirir las bases que le vayan a permitir un mejor aprendizaje a lo largo de toda su vida.

Pero este decreto también rebaja la calidad porque reduce el número de profesionales de apoyo por aula y elimina la exigencia de patios; ya saben que los niños pueden ir a un jardín público cerca de la escuela, no necesitan tener patio en el centro, ¿para qué? Además consienten que las escuelas infantiles dejen de ser de uso exclusivo para la educación de los niños de cero a tres años porque permiten que fuera del horario escolar se pueda explotar el centro con la realización de cualquier otro tipo de actividad. Así, por la mañana y a primera hora de la tarde están los niños, y después cualquier otro establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de: seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión adecuada”. Cosa que ustedes no están haciendo en esta Comunidad de Madrid, sobre todo desde marzo de este año.

Señorías, en la Comunidad de Madrid el funcionamiento de la red pública de escuelas infantiles y casas de niños ha tenido durante más de 17 años una regulación propia y específica que ha permitido que esta red sea valorada como muy positiva por sus elevados estándares de calidad. Así lo ha considerado la comunidad educativa en su conjunto y así lo expresa la sociedad madrileña, aunque ustedes no quieran verlo, señorías del PP, porque cada año se quedan sin plaza de educación infantil pública más de 35.000 familias que prefieren que sus hijos estén escolarizados en esta red. Señorías del PP, no sé si se habrán preguntado por qué las familias madrileñas optan por elegir -es una palabra que a ustedes les gusta mucho- la red pública de escuelas infantiles y casas de niños para sus hijos; si se lo han preguntado, si saben la respuesta -estoy segura de que sí la conocen-, no les ha importado en absoluto. Lo demuestran en que en marzo de este año, con el Decreto 18/2008, hayan equiparado las condiciones y requisitos mínimos de las escuelas infantiles públicas a las de las privadas; éstas eran mucho más laxas y más mínimas -si me permiten la redundancia-, en vez de avanzar retrocedemos, señorías, eso es el progreso, efectivamente. Con esta medida, con este decreto, ustedes se han puesto de espaldas a las demandas ciudadanas de los madrileños, que mayoritariamente piden que sus hijos estén escolarizados en escuelas infantiles públicas. Les voy a decir por qué: los padres eligen la escuela pública infantil porque saben que, al menos hasta la aprobación de este decreto, tenían unos elevados niveles de calidad; porque sabían que a sus hijos les iban a considerar en estos centros sujetos al derecho del interés superior de los niños, con derecho a un desarrollo integral; porque saben que estas escuelas cuentan, sobre todo, con los mejores y más cualificados profesionales; porque saben que en estas escuelas se llevan a cabo proyectos pedagógicos que tienen como finalidad procurar al niño un completo desarrollo físico, social, cognitivo y afectivo en un entorno de respeto, salud, nutrición y en una escuela inclusiva que proporciona al niño lo que éste precisa, sea cual fuere su situación personal, familiar o social, porque es una escuela que garantiza la igualdad de oportunidades, señorías. Las familias eligen la escuela infantil pública porque saben que sus hijos no sólo serán cuidados sino que serán atendidos como personas, objeto de una especial atención y protección y, que además, recibirán una educación de calidad. La calidad y la seguridad es lo que las familias quieren para sus hijos, pero el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en contra de lo que constantemente afirma, no quiere garantizar la libertad de elección de las familias madrileñas porque con su decreto de requisitos mínimos ha rebajado sustancialmente la calidad de la atención y de la educación de las escuelas infantiles públicas. Ustedes quieren pasar de un modelo de educación a un modelo asistencial; hay una diferencia muy sustantiva. Han rebajado la calidad de las escuelas infantiles públicas porque han aumentado las ratios en los tres grupos de edad, pero especialmente grave es el caso del grupo de dos años, que ha pasado de 16 niños por aula a 20, 4 más, sin incrementar por ello los espacios ni el número de profesionales que les atienden. Señorías, la de dos años es una edad clave porque es el momento en el que los niños tienen que aprender a controlar los esfínteres, cuando hay que trabajar con ellos habilidades sociales, el desarrollo del lenguaje porque es cuando empiezan a hablar y los profesionales -hoy están aquí presentes muchos de ellos- nos aseguran que con una ratio tan elevada es imposible llevar a cabo esta labor de educación, que es determinante para el posterior desarrollo del niño, no sólo físico sino también cognitivo, para el mejor aprendizaje de la lectoescritura, para adquirir las bases que le vayan a permitir un mejor aprendizaje a lo largo de toda su vida.

Pero este decreto también rebaja la calidad porque reduce el número de profesionales de apoyo por aula y elimina la exigencia de patios; ya saben que los niños pueden ir a un jardín público cerca de la escuela, no necesitan tener patio en el centro, ¿para qué? Además consienten que las escuelas infantiles dejen de ser de uso exclusivo para la educación de los niños de cero a tres años porque permiten que fuera del horario escolar se pueda explotar el centro con la realización de cualquier otro tipo de actividad. Así, por la mañana y a primera hora de la tarde están los niños, y después cualquier otro tipo de actividad económica puede desarrollarse en estos centros. ¿Es que no se dan cuenta, señorías, de que al día siguiente tienen que volver los niños de cero, uno y dos años, bebés, a ese centro? ¿Es que no se dan cuenta? ¿Eso es lo que queremos para nuestros hijos? Los socialistas pedimos al Gobierno de Aguirre con esta proposición no de ley que regule las condiciones de funcionamiento y requisitos mínimos de las escuelas infantiles públicas con una norma específica, con la norma que ha estado rigiendo durante 17 años y que garantizaba una educación infantil de calidad, porque los madrileños quieren que se devuelva a la educación infantil pública su nivel de calidad, porque no están de acuerdo, señorías, con la equiparación que impone este decreto. Porque los madrileños saben que no son lo mismo, no puede serlo, una escuela pública y una guardería, que es lo que ustedes pretenden hacer con este decreto: transformar la educación infantil madrileña en una función de guarda.

Los profesionales de las escuelas infantiles públicas tienen muy claro que la calidad de la educación que se da en sus escuelas tras la aprobación de este decreto corre un serio peligro. Lo saben y lo han denunciado; han denunciado esta política de equiparación de la escuela pública con la privada. Lo saben y se han manifestado junto con los padres contra esta regulación. En la Consejería de Educación las familias registraron, en el mes de abril, expresando su preocupación y su indignación, hasta 150.000 firmas. La Consejera ha hecho caso omiso de estas protestas ciudadanas, como es su costumbre y, como también es su costumbre, no ha tenido a bien recibir a la Junta de Portavoces de Escuelas Infantiles, y a los sindicatos UGT y Comisiones para tratar este asunto. Y como también es su forma de actuar, aprobó del decreto por la puerta de atrás, porque dos meses antes de su aprobación había asegurado a la comunidad educativa que mantendría los requisitos mínimos de estas escuelas infantiles públicas. Pero tras las protestas y manifestaciones, después de la aprobación de este decreto de padres y profesionales, ¿cómo dirían, señorías, y sobre todo señorías del Partido Popular, que respondió la Consejera? Pues como sólo el Gobierno de la señora Esperanza Aguirre sabe hacerlo: imponiendo su política y cerrando la boca a quienes no la comparten. Han respondido cesando a varias directoras de escuelas infantiles en el mes de agosto y promoviendo una orden por la que la Consejería designará a dedo a los directores de los centros de escuelas infantiles y casas de niños, contraviniendo, entre otros, el artículo 133 de la LOE, que voy a leer; la voy a leer porque ustedes, señorías del Partido Popular, tienen la mala costumbre de no leer la LOE, y luego la incumplen. A lo mejor es porque no la leen; va a ser a lo mejor por eso. Fíjense lo que dice la LOE respecto a la selección de los directores: Uno, la selección del director será realizada mediante un proceso en el que participen la comunidad educativa y la administración educativa. Dos, dicho proceso debe permitir seleccionar a los candidatos más idóneos profesionalmente y que obtengan -escuchen bien- el mayor apoyo de nuevo, de la comunidad educativa. Ustedes han hecho una orden que está radicalmente en contra de la LOE.

Y no contentos con esto, señorías, aprueban una financiación de las escuelas infantiles en la que los ayuntamientos tendrán que aportar cada vez más, y que impedirá a las familias con menos recursos económicos la gratuidad de la plaza escolar. Nos contaban desde la Junta de Portavoces que hay madres inmigrantes que han tenido que llevar a sus hijos a su país de origen; a Perú, a Marruecos, con los abuelos porque no han obtenido plaza en una escuela infantil pública, una plaza gratuita; un modelo de financiación que va a provocar que las cooperativas que gestionan, de forma indirecta, muchas escuelas infantiles, tengan serios problemas para concursar por los pliegos de condiciones que han establecido. Además no permiten que los anteriores pliegos de condiciones a este nuevo modelo de financiación pueda ser aplicado por los ayuntamientos, restringiendo, por tanto, las competencias que puedan tener éstos para mejorar la educación infantil en sus municipios.

Señorías, en esta proposición no de ley les pedimos que se regulen de forma específica las condiciones de las escuelas infantiles y les ponemos toda una serie de requisitos básicos e imprescindibles, como son mantener las ratios anteriores a este decreto, los espacios, cuál es la titulación que tienen que tener los profesionales; lo tienen ahí y lo pueden leer. Además, pedimos en el segundo punto de esta proposición no de ley que los fondos provenientes del Plan Educa 3 del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte se destinen exclusivamente a la creación de escuelas infantiles públicas, y el PP presenta una enmienda -que ya les digo que vamos a rechazar, por si acaso tenían alguna duda, que sinceramente no lo creo- presentan una enmienda en la que sustituyen todo el texto que propone el Grupo Parlamentario Socialista y dicen ustedes: nosotros lo que le pedimos al Gobierno de Zapatero es que financie íntegramente el Plan Educa 3, y que si no lo hace así, que corra con los gastos de mantenimiento de las escuelas infantiles. Esta enmienda, señorías, es muy esclarecedora: revela la posición que van a mantener ustedes ante la negociación del convenio con el Ministerio de Educación. ¿Por qué es esclarecedor? Porque ustedes no apuestan por la creación de escuelas infantiles públicas, queda clarísimo; porque para ustedes invertir en educación de calidad en la etapa de cero a tres años es caro; porque ustedes lo que buscan son los cheques escolares, porque así no tienen que gestionar nada; ustedes están dimitiendo de sus competencias en educación para no gestionar, para dar simplemente cheques, así no tienen que hacer ningún tipo de control público.

La Sra. PRESIDENTA: Señoría, concluya, por favor.

La Sra. PEINADO VILLEGAS: Voy concluyendo. ¿Es que no se dan cuenta, señorías, de que un cheque escolar se agota en sí mismo, que es un gasto importantísimo que podía invertirse en la construcción de plazas infantiles públicas que tienen una muy larga vida y puede beneficiar a muchos más niños a lo largo de varios años?

Concluyo, señora Presidenta. Señora Redondo, ustedes utilizan esta Cámara para hacer oposición al señor Rodríguez Zapatero. Dejen esa función al señor Rajoy, a Cospedal, a Soraya Sáez de Santamaría; sabemos que nos les gusta cómo lo hacen, pero a fin de cuentas ha sido una decisión del Partido Popular y tendrán que respetarla, y utilicen esta Cámara para atender las demandas sociales de los ciudadanos y para preocuparse por lo que los ciudadanos les demandan; les demandan escuela pública porque es la única que garantiza una educación de calidad. Gracias, señorías. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista)

La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señorías. Antes de continuar con el debate, les recuerdo que los teléfonos móviles tienen una opción de vibración que permite que se enteren de sus llamadas pero que no molestan con el ruido a los intervinientes. Por favor, les ruego que las usen. A continuación, al haberse presentado una enmienda por parte del Grupo Parlamentario Popular, procede abrir un turno de intervención de dicho Grupo para su defensa. Tiene la palabra la señora Redondo Alcaide del Grupo Parlamentario Popular, por tiempo máximo de quince minutos.


La Sra. REDONDO ALCAIDE: Muchas gracias, señora Presidenta. Buenas tardes, señora Consejera. Señorías, la primera conclusión que extraigo de esta proposición no de ley presentada por el Grupo Socialista es que al Partido Socialista de Madrid le sigue importando mucho más la S de Socialista que la M de Madrid. Sus señorías podrían presentarse perfectamente por cualquier otra circunscripción electoral, que el beneficio para los madrileños sería el mismo, es decir, nada. Digo esto porque mi Grupo, efectivamente, como decía la señora Peinado, ha presentado una enmienda a esta proposición no de ley, que ha sido rechazada de plano. Y yo agradezco mucho la presencia de los invitados que hoy nos acompañan a esta sesión de control al ejecutivo porque está bien que conozcan otra versión, no solamente la versión de este socialismo que pontifica con que sólo de ustedes sale lo social; nosotros tenemos otro modelo, y creo que va a venir bien que nos escuchen un poco a todos.

Nuestra enmienda, señorías, pedía que el Partido Socialista apoyara la petición de más financiación para Madrid; financiación para extender y mejorar aun más la educación infantil. Porque es lo que se pretende, ¿no, señoría? Es lo que se pretende: más financiación para que haya más escuelas infantiles y para que haya mayor calidad, para que haya mayor personal. Porque es de lo que se trata, ¿no?

Pues bien, el Partido Socialista de Madrid se pliega sumisamente a los dictados de su candidato y hoy Presidente del Gobierno de todos los españoles, el señor Rodríguez Zapatero, y rechaza que Madrid reciba lo que esta Comunidad reclama. Y aquí es donde comienzan las flagrantes contradicciones que, a mi juicio, comete el Grupo Socialista. Se les llena la boca con grandes soflamas a favor de la educación infantil y, sin embargo, cuando llega la hora de arrimar el ascua, se esfuman. ¿No es contradictorio? ¿De verdad les importa algo la educación infantil madrileña? Yo empiezo a creer que no. Incluso, en una característica propia del socialismo, nos ilustran respecto a su manera de ver la realidad -algo muy respetable-, pero, eso sí, como la única posible. Si no es su solución, lo demás es el abismo, la nada, la hecatombe, la debacle. No existe otra cosa que el modelo socialista de educación.

Se les olvida con demasiada frecuencia que el Partido Popular concurrió a las elecciones con el modelo que defendemos, y el resultado está a la vista en el reparto de escaños. Su modelo, señores de la izquierda, no les gusta a los madrileños. El nuestro, el del Partido Popular, sí. (La Sra. PEINADO VILLEGAS: Las 35.000 familias.) Por lo tanto, señorías, es completamente legítimo, y una exigencia de lealtad institucional, que el partido que gobierno en Madrid esté completamente legitimado para administrar, tal como se comprometió con los electores, el dinero que el Estado debería proporcionar. Pero al PSOE le importa mucho más entorpecer la labor del Gobierno de Esperanza Aguirre antes que ayudar a esos niños que tanto dice preocuparle. ¡Es lo que hay!

Las contradicciones no acaban aquí. Resulta curioso echar la vista atrás y comprobar la evolución del Grupo Socialista. Cuando el Partido Popular gobernaba también en el Estado, en numerosísimas intervenciones se reclamaba una mayor colaboración presupuestaria del Estado para Madrid. ¿Antes sí y ahora no? ¿Qué ha cambiado entonces al respecto de ahora? Todos los sabemos: ahora lo que toca defender es al señor Rodríguez, que para eso los madrileños le dieron la espalda en las urnas. Eso es lo que pasa, señorías.

Sigo con las contradicciones, y éstas se ponen de manifiesto en el texto de su propia proposición no de ley. Debería haberlo hablado un poco más con sus compañeros del Estado, señora Peinado. Se lo digo porque el convenio que el Estado ha remitido a la Comunidad de Madrid para educación infantil en 2008 aprueba y sanciona las ratios de las que tanto se queja. Se contradice S.S. esta vez con sus compañeros del Estado. ¿En qué quedamos? ¿Es el Estado, entonces, quien ha decido arremeter contra la calidad de la educación infantil? Porque ya no solamente es en Madrid, eso va para toda España; es el Estado, la Administración General de todos los españoles. ¿Y sabe por qué, señoría? Porque una cosa es predicar y otra cosa es dar trigo; es decir, sus compañeros que gobiernan saben que otras Comunidad Autónomas disponen de las mismas ratios y exigencias académicas que Madrid ha dispuesto en el decreto que tanto enerva a su señoría. Yo comprendo el papel de S.S., la verdad que lo entiendo. Desde la oposición es muy fácil: cuando no critico la calidad, critico que no hay plazas, y cuando tengo un mal día, critico las dos cosas, pero, eso sí, haciendo juegos de magia, escondiendo una carta fundamental: la financiación; porque lo que no está en los presupuestos, no existe porque no se puede llevar a cabo. De esos, SS.SS. no entienden, ni, por lo que se ve hoy, se espera que los entiendan, por lo menos a los madrileños.

Y ya que estamos, vamos a seguir hablando de magia, de la que practica con mucho arte el señor Rodríguez Zapatero y SS.SS. socialistas en esta Cámara. Y las cuentas hay que rendirlas aquí, que para eso nos eligieron los madrileños como diputados autonómicos; aquí. El Gobierno socialista del Estado merecería un premio al escapismo presupuestario. Empezaron la Legislatura anterior comprometidos en aportar un fondo extraordinario de 1.000 millones de euros para educación infantil. Al menos eso decía el programa socialista, que una vez más ratificó su versión de que las promesas electorales están para no cumplirlas.

El nuevo incumplimiento es que en el Programa 2008, con el que han concurrido a las elecciones, se prometió crear 300.000 plazas de infantil. Pero, ¡ay, amigo!, cuando se pusieron a echar cuentas con la calculadora, vieron que para eso les hacía falta 3.500 millones de euros, 3,5 veces más de lo que habían prometido anteriormente, y recularon de inmediato y volvieron otra vez a la oferta de los 1.000 millones, eso sí, vía cofinanciación; tampoco es demasiado. Incumplen, pues, en la primera Legislatura y vuelven a incumplir ahora. Y ahora, eso sí, a bombo y platillo, nos anuncian que ya por fin el Gobierno del Estado, del señor Rodríguez Zapatero, va a poner en marcha su innovador, avanzado y progresista Plan Educa 3, 2008-2012, para impulsar y dinamizar la educación infantil; para ilustrarnos a todos los españoles, madrileños incluidos, de cómo hay que hacer la educación infantil. Mucha página web, mucha movilización, mucho Zapatero por aquí, mucho Zapatero por allá, mucho anuncio envuelto en papel de celofán, y ya está listo para ser consumido por grandes dosis de la izquierda. Pero héte aquí que abrimos el caramelo, héte aquí que abrimos el Plan Educa 3 y nos encontramos con que se trata simplemente de otro producto de la factoría de márketing socialista. Ahora resulta que los 1.000 millones prometidos la pasada Legislatura, en la actual se reducen a 543,5, ya que la otra mitad la tienen que aportar las Comunidades Autónomas, y la cantidad del Ministerio ni siquiera es íntegramente financiación nueva; no es financiación nueva, sino que en esa cantidad se incluyen cantidades comprometidas con anterioridad.

Les explico a SS.SS. el truco del escapismo presupuestario: 15 millones corresponden a la parte proporcional que el año pasado hubo del acuerdo de los 100 millones de euros que Izquierda Unida les sacó al Partido Socialista, y hay que reconocerle a Izquierda Unida su contribución; al César lo que es del César. Y nos gustaría además que Izquierda Unida siguiera en esa línea, aunque me temo que en el presupuesto de este año, del 2009, lo tienen bastante más complicado. Otros 4 millones de los que recibe Madrid -para que lo sepan todas SS.SS. y nuestros invitados- proceden de los programas sociales que el Ministerio de Asuntos Sociales -ahora fusionado con el de Educación- venía concediendo desde el Gobierno del Partido Popular con el objetivo de favorecer la conciliación entre la vida familiar y laboral, para la atención a la primera infancia de cero a tres años. Pero no es que lo diga yo, señorías, es que figura en el convenio de colaboración que el Estado le ha remitido a la Comunidad de Madrid para el famoso Plan Educa 3; no es que yo haya cogido una bola, es que viene en el convenio. Sólo hay que ser un poco observador para comprobar cuánto se parecen las cantidades que dicho convenio fija para el 2008, que son casualmente la suma de estos dos programas; en total, 19 millones de euros. Nada de financiación nueva. Eso sí, se pone bajo el título de Plan Educa 3, y ya tenemos un supermegaplan. Aquí está la confirmación del truco de magia que nos hace nuevamente el señor Rodríguez Zapatero, apoyado en el coro seráfico de sus más fieles seguidores, socialistas madrileñas y sindicalistas de viejo cuño. Nada por aquí, nada por allá, un programa que sumo a aquel otro, aquél que viene del Ministerio de Asuntos Sociales, lo agito un poco, unas palabras mágicas, y ya está: ¡tachán, tachán, ya tenemos el Plan Educa 3! Y el total resultante de la parte contratante correspondiente a Madrid es la bonita cantidad de 19 millones de euros. ¡Anda, pero si a mí esta cantidad me suena! ¡Pero si es la misma que nos venían dando! Entonces, ¿dónde está el aumento de la financiación para la educación infantil de Madrid? ¿Dónde está? Sin olvidar que en el Plan Educa 3 los gastos corrientes que generen estas nuevas plazas deben ser asumidos por las Comunidades Autónomas.

Las sorpresas no terminan aquí. Además de este bonito plan ex cofinanciado, nos dicen con todo lujo de detalles en qué, cómo y de qué manera lo tenemos que invertir. Se lo voy a explicar, señorías. Es como si yo invitase a comer a alguien y le dijera: te invito, sí, pero vas a comer en este sitio concreto, tienes que pedir este plato de primero, pide este plato de segundo, no pidas postre, ¡ah!, y, por cierto, la bebida para tragar la comida te la pagas tú. Eso es el Plan Educa 3 traducido a román paladino. Lealtad institucional, cero, y luego nos dan lecciones de democracia, de política social y de política educativa. ¡Es que es el colmo! A veces, yo hasta me sorprendo ya de lo que oigo.

Señorías del Partido Socialista, se les escapa una nueva oportunidad para demostrar ante los madrileños, ante la sociedad que les ha elegido, su condición de diputados autonómicos. Todo el dinero del Estado, señora Peinado, no le quepa la menor duda, será aprovechado hasta el último céntimo de euro respetando los convenios que suscriba la Comunidad de Madrid con el Estado, no le quepa la menor duda, pero no es ni mucho menos la ayuda que el Estado debería brindar a Madrid, y alguna vez debería pensar sobre ello. Por eso, porque no estamos de acuerdo, el Grupo Popular va a votar en contra de esta proposición no de ley. Nosotros vamos a seguir con nuestro modelo, ése que tanto les disgusta, pero que los madrileños han votado masivamente en las urnas.

Este Gobierno está realizando un gran esfuerzo para incrementar la oferta de plazas públicas en una etapa que no es obligatoria, como bien saben sus señorías. El 38 por ciento de nuestras plazas de cero a tres años son públicas, es decir, la red de escuelas infantiles de Madrid cuenta con 36.000 plazas en 398 centros en toda la Comunidad. Señorías, a mí me gustaría que alguien levantara la mano y dijera si hay que volver a modificar las ratios para ser más papistas que el Papa, ¿quién saca a los 4.000 niños de las escuelas?, ¿ustedes, señorías?

Asimismo, ofrecemos a las familias madrileñas ayudas para la escolarización de niños de cero a tres años en escuelas infantiles privadas autorizadas. Nadie lo oculta. Se dedican 33,6 millones de euros a becas de cero a tres años; 28.722 familias madrileñas van a contar con ayudas para llevar a sus hijos a una escuela infantil. Este curso la Comunidad de Madrid sufraga 69.126 plazas del ciclo de infantil. Un año más el porcentaje de población infantil escolarizada supera con creces las recomendaciones europeas del 20 por ciento. Todo este esfuerzo lo ha realizado la Comunidad de Madrid sin apenas la contribución del Gobierno de la nación.

Señorías, termino. La Comunidad de Madrid hace un gran esfuerzo a favor de la educación infantil; no lo reconocerán nunca. A nosotros lo que nos importa es que los madrileños sí lo saben y lo valoran positivamente, y no se preocupe, que ya le contaré yo a Soraya Sáez de Santamaría la fijación que S.S. tiene con ella. Buenas tardes. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular)


La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señoría. Tiene la palabra la señora Vaquero Gómez, del Grupo Parlamentario Izquierda Unida.

La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, Presidenta. Buenas noches, señorías. Yo también quiero transmitir un saludo muy especial a la junta de portavoces y a los trabajadores y trabajadoras de las escuelas infantiles públicas de nuestra Comunidad que hoy nos acompañan en la tribuna de invitados.

El Grupo Parlamentario Izquierda Unida se suma también a la conmemoración del aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptado por la Asamblea General de la ONU, hoy hace precisamente 19 años. Por eso, hoy ha sido el día elegido por muchas comunidades educativas de casas de niños y de escuelas de infantil y primaria de nuestra Comunidad para celebrar ese aniversario. Lo han hecho como ellos saben, de forma festiva y lanzando al cielo de Madrid globos de colores simbolizando de esta manera su diversidad. Sus “profes” han enseñado hoy a sus alumnos lo mismo que todos los días, que todos los niños y niñas tienen los mismos derechos y por eso les enseñan a conocerlos, y también aprenden con ellos a defenderlos. Por eso han venido esta tarde a esta Asamblea, porque no quieren dar un paso atrás para decirnos de nuevo que lo que está haciendo la Consejería con la educación infantil es un auténtico atropello. Lo hacen porque no quieren permanecer impasibles cuando ven cómo la Administración, en vez de cuidar de su calidad, dicta normas en la dirección contraria.

Agradezco al Grupo Socialista la oportunidad que nos brinda el debate de esta PNL, porque la Convención de los Derechos del Niño no sólo establece los principios básicos de los derechos del niño, sino que exige, a su vez, recursos, actitudes y contribuciones específicas. Siendo uno de esos derechos el derecho a una educación de calidad, hablaremos de ella, porque todos tenemos la obligación de preservar esta calidad, pero ustedes, señorías, usted, señora Consejera, tiene la obligación de garantizarla.

Señorías, una educación de calidad en estas edades no consiste sólo en cubrir las necesidades inmediatas, necesita de una intervención educativa que valore las propias potencialidades de los niños y de las niñas desde que nacen y unos profesionales bien formados y motivados que sepan aplicar esas metodologías. Por eso, su mera escolarización no nos basta porque no hablamos del derecho a ser guardados ni de sus guarderías, ni tampoco hablamos de adelantarles objetivos y aprendizajes propios de la enseñanza obligatoria; no, hablamos del derecho a una educación integral que les permita construir su propia autonomía física, mental y emocional, siendo actores de sus propios aprendizajes.

Hablamos de la primera etapa del sistema educativo, establecido así en la LOE, sobre la que se asientan los cimientos de todas las demás. Por eso nos importa tanto su calidad y por eso es tan importante la inversión que ésta necesita. Aquí, efectivamente, viene el problema: su Gobierno, señorías, sólo ha visto en la educación infantil, de un tiempo a esta parte, un negocio. Ahora han optado por facilitar ese negocio con unos decretos que lo que hacen es abaratar costes y han optado también en esa apuesta por su cheque escolar, que lo único que esconde es una opción económica y de privatización, que camuflan bajo la apariencia de libertad de elección, pero supone simplemente un derroche de dinero público.

Señorías, los niños y las niñas no necesitan cheques, lo que necesitan son derechos, y las familias lo que están pidiendo es una plaza en una buena escuela infantil, y ustedes les están dando el cambiazo. Se equivocan si piensan que dejando en manos del mercado la educación infantil van a arreglar sus problemas.

Sabemos que la calidad educativa cuesta dinero, es verdad, mucho dinero, pero, señora Consejera, ¿sabe usted que con el dinero de Educa 3, del que después hablaré, y el de sus cheques, podríamos tener en cuatro años 200 escuelas infantiles más en la Comunidad de Madrid? No sea usted antigua y súbase al carro de lo público, que es lo que está de moda.

Señoría, lo que queremos son centros educativos que permitan un desarrollo adecuado a todos los niños y niñas. Por eso, desde nuestro Grupo hemos defendido siempre que el centro más adecuado para ello es la escuela infantil, centros pensados para ellos, con espacios amplios y luminosos y con zonas al aire libre para que puedan experimentar a través de sus juegos, con un equipo docente cualificado y motivado. Porque sólo siendo exigentes con estas condiciones podemos hablar de una escuela de calidad.

Hoy es un buen día para hacer un reconocimiento: en nuestra Comunidad hace 22 años se hizo una apuesta muy fuerte por la educación infantil, por eso se creó una red pública de escuelas infantiles y casas de niños de alta calidad en colaboración con los ayuntamientos. Esta red ha contribuido al prestigio de la educación infantil en nuestra región y ha sido el espejo donde querían mirarse las demás Comunidades del Estado. El mejor reconocimiento de esa calidad es, efectivamente, la enorme demanda de plazas que año tras año se ven desbordadas porque no hay suficientes. ¿Le he dicho ya que este año se han quedado 35.000 familias en lista de espera? Son buenas, muy buenas, pero escasas. Son escasas porque desde hace años también el Partido Popular, desde que llegó Esperanza Aguirre al Gobierno, abandonó esta apuesta. Esa red, la gestionada directamente por la propia Administración, en la actualidad tan sólo cuenta con 56 escuelas, eran alguna más, pero ustedes decidieron derribarlas, como pasó con la de Valle de Oro.

Esta red nació con una regulación específica, fruto del desarrollo normativo que le correspondía competencialmente a la Comunidad de Madrid. Esa especificidad la han mantenido con todos los Gobiernos y con todos los Consejeros de la Comunidad de Madrid. Aunque en el año 1990 se aprueba la LOGSE y desarrolla el Decreto 1004/1991 regulando las ratios, titulaciones y espacios para todo el territorio, en nuestra Comunidad las escuelas infantiles no se vieron afectadas por él porque ese decreto, como su propio nombre indica, era de mínimos, no de máximos. Cuando Madrid asumió las transferencias educativas elaboró un decreto de desarrollo del 1004, que sigue manteniendo la calidad de las escuelas de la Comunidad de Madrid, es el Decreto 60/2000, vigente en nuestra Comunidad hasta la entrada en vigor de los Decretos 17 y 18/2008.

Así, hemos pasado de un decreto con unos requisitos que ha permitido mantener una magnífica calidad en las escuelas y casas de niños públicas de nuestra Comunidad a unos decretos que la deterioran significativamente y que afectan en mayor medida a estas escuelas, porque la diferencia, en cuanto a requisitos mínimos de los centros que establecen los Decreto 60/2000 y 18/2008, es tremenda, y esa diferencia tan tremenda es la calidad que están perdiendo las escuelas infantiles públicas de la Comunidad de Madrid. Señorías, estamos a tiempo de recuperar la calidad de la educación infantil en nuestra Comunidad y, porque consideramos que el esfuerzo que la sociedad madrileña realizó para construir y consolidar un modelo de educación infantil pública de máxima calidad, del que todos nos sentimos orgullosos, y porque esa red significa para nuestra Comunidad la dignificación de esa etapa, hoy nuestro Grupo va a apoyar esta proposición no de ley. Lo haremos porque es una opción de calidad, pero nuestro voto en este caso será un sí crítico, y explicaré por qué.

Señorías, el Decreto 18/2008 permite a todos los centros ofertar unas condiciones que no consideramos de calidad para nadie y por eso tampoco las queremos para nadie, por lo que aprovecharemos una vez más para decirle lo que le están gritando en la calle desde hace meses toda la comunidad educativa: que retire esos decretos. Señora Consejera, su política en educación infantil y su talante impositivo han generado un gran malestar en las familias, en los educadores y en los ayuntamientos. Vuelvan a la cordura y trabajen, como es su obligación, por un modelo de educación infantil pública y de calidad para la Comunidad de Madrid. Porque no queremos ni podemos olvidarnos de que no todos los niños y niñas pueden acceder a una escuela infantil de la red pública porque no hay plazas. Hay muchas familias que tienen que recurrir a otro tipo de escuelas, algunas de ellas también muy buenas, que, aunque no cuelguen en su cartel la titularidad pública, para ellas también queremos un decreto de calidad porque esos niños tienen el mismo derecho. Tampoco queremos olvidarnos de esas otras que aprovechando una oportunidad de negocio ante una situación de necesidad, no se les deben permitir condiciones inferiores de calidad, porque esos niños y niñas también tienen derecho a gozar de las mismas condiciones. Como tampoco nos olvidamos de las deplorables condiciones que se están dando en muchos colegios de infantil y primaria, con aulas de 25 alumnos de tres años, algunos con integración, y que, con el 10 por ciento de aumento de ratio que les permite la burla de la legislación se colocan en 27 y 28 alumnos de tres años, y eso es una burrada, lo diga quien lo diga y lo decrete quien lo decrete, porque no es lo mismo 25 niños de tres años que 25 niños de diez años.

Por eso, señorías, siendo bueno que exijamos calidad en la red de escuelas infantiles de nuestra Comunidad, no podemos quedarnos sólo aquí. Como creo que estaremos de acuerdo en el diagnóstico de esta situación, le pediría al Grupo Socialista especialmente que trasladara al Gobierno de la nación la necesidad de una regulación para la educación de cero a seis años. El Gobierno tiene ahora una oportunidad de oro para reajustar esas ratios, que lo haga y garantice con ello la calidad que todos queremos, estableciendo unas ratios máximas para todo el Estado y unos requisitos de espacios mínimos para estas edades y para todo el Estado. Es una etapa educativa y, por tanto, le corresponde hacerlo; que lo haga. Así no estaremos ante situaciones como la de la Comunidad de Madrid ni como la de ninguna otra. Lamentablemente, cuando nuestro Grupo presentó la moción subsiguiente a la interpelación en este sentido, el Grupo Socialista se abstuvo. Izquierda Unida quiere apoyar su PNL, pero en ningún caso renunciaremos a lo anterior porque mantenemos nuestra coherencia.

En cuanto al Plan Educa 3 -agradezco a la señora Redondo el reconocimiento que ha hecho a que, efectivamente, es el derivado de una enmienda presentada por Izquierda Unida-, lamentamos decir que ni se está respetando el espíritu de esa enmienda, cuyo destino era construir escuelas infantiles públicas, ni tampoco se están respetando si quiera los compromisos adquiridos por la propia Ministra doña Mercedes Cabrera en cuanto a garantizar que estos fondos estuvieran sometidos a unos requisitos mínimos en todo el Estado, y finalmente se han traducido en que sean unos requisitos adecuados.

Sobre la enmienda presentada por el Partido Popular, miren ustedes, cualquier fondo que pueda venir del Estado a nuestra Comunidad, bienvenido sea, y más en esta situación de crisis, pero si ese dinero es para construir escuelas infantiles públicas, para eso sí, pero no cuenten con nosotros para apoyar otro destino para esos fondos que no sea con el que nacieron; desde luego, para sus cheques no, para eso no. Nada más y Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Izquierda Unida)


La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, concluido el debate en el que la ponente socialista ha rechazado explícitamente la enmienda presentada llamo a votación. (Pausa) Ruego a los servicios de la Cámara que cierren las puertas, por favor. Comienza la votación de la Proposición no de Ley 68/2008 en sus propios términos. (Pausa) El resultado de la votación es: 113 diputados presentes, votos a favor, 49; votos en contra 64. Consecuentemente, queda rechazada la Proposición no de Ley 68/2008. (Gritos en la tribuna de invitados) Por favor, les ruego que mantengan el orden y que desalojen la tribuna.


(La señora Presidenta abandona la sesión)

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