Hoy hace 784 días la Consejería de Educación aprovecho la deficiente situación arquitectónica de la Escuela Infantil Valle de Oro para cerrarla. Se deshizo un equipo, se separó a los niños de sus educadores y se mandó a las familias al PAU. Curiosamente por aquellas fechas se desplomaba parte del edificio del colegio privado concertado "Sagrados Corazones". En este caso la Consejería proporcionó un centro para que los niños con sus profesores siguieran su curso mientras su centro se reparaba. Una vez más, contrastes.
Valle de Oro fue un símbolo. Un símbolo del arrase y el desprecio de la educación infantil. Hoy la Consejería de Educación plantea, como nos temíamos, la privatización de la gestión del centro.
Lo hizo el pasado 22 de febrero en la Comisión Permanente del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid donde presentó a debate el "Borrador de dictamen sobre el proyecto de Decreto por el cual se crean tres escuelas infantiles de primer ciclo una en Fuenlabrada y dos en Madrid". Sorprendentemente, una de las dos escuelas infantiles creadas en Madrid no era nueva, pues se construye en la parcela donde se ubicaba la Escuela Infantil Pública Valle de Oro, cuyo código (el 28043703) figuraba hasta el día 22 de febrero de 2010 en la página web de la Consejería de Educación. Algo a lo que se opusieron que sepamos fete-ugt, ccoo así como la fapa Giner de los Rios, en declaraciones de su presidente Jose Luis Pazos durante la presentación del video de educación Infantil promovida por la CEAPA.
El actual modelo de gestión indirecta de las Escuelas Infantiles en el que nos ha embarcado la Comunidad de Madrid significa convertir en negocio un servicio público clave, significa precarización, discontinuidad en los equipos educativos (que cuesta construir mucho más que los edificios) y una pérdida de calidad inaceptable.
Triste destino de una sociedad que saca a contrata la educación de los niños pequeños, como si fuera igual educar personas que barrer calles.
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