La excelencia de la escuela pública

Antonio González, José Mª Solano, Carmen San Martín. Orientadores (especie a proteger por peligro de extinción)

A la Presidenta de la Comunidad de Madrid y a la Consejería de Educación se les llena la boca hablando de excelencias y otras maravillas varias. Sin embargo, la realidad es la que es y donde ellos ven excelencia otros vemos elitismo.

¿Qué es la excelencia en la educación?

¿Quién puede contestar a esa pregunta? Quienes vivimos el día a día con la tiza y la algarabía propia de las aulas, tenemos nuestra propia respuesta a esa pregunta. Un maestro o profesor no siempre es consciente del fruto de su arduo trabajo, ya que difícilmente imparte clase a los mismos alumnos durante más de uno o dos cursos. Los orientadores, esa especie a extinguir, que vivimos en los centros haciendo múltiples tareas, tenemos una perspectiva más amplia del recorrido de nuestros alumnos. Nosotros les acogemos y valoramos cuando llegan a los Institutos y somos también quienes les acompañamos en su recorrido (sobre todo cuando tropiezan) y les despedimos asesorándoles sobre las salidas que mejor se ajustan a su perfil y expectativas. Esta visión de largo recorrido nos permite hacer valoraciones más objetivas sobre calidades o excelencias del sistema educativo. Y es que los alumnos con más dificultades son precisamente los mayores beneficiarios de los servicios de orientación, invisibles para la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Los orientadores no sabemos tanto de historia o de física y química, nos especializamos en personas, en recorridos o itinerarios educativos. Tenemos la suerte o la desgracia de tener una visión global de los alumnos y los centros. Creemos que es justamente esa perspectiva la que nos permite hablar con criterio de lo que es excelencia en la educación.

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