Nuevo borrador de la ley Wert: retrógrada, ignorante, clasista

retrograda, españolizante, adoctrinadora, generadora de ignorancia y clasista

La Historia de España es una fábula amarga. Cada vez que hemos tenido posibilidad de consolidar un Estado y una sociedad más justa y moderna, las cúpulas de poder han preferido hundir al país antes de perder uno solo de sus privilegios. Eso es lo que ocurrió con la Constitución de Cádiz, la Guerra Civil y lo que está ocurriendo ahora.

 Luis García Montero en el diario.es

Estaba cantado, el fiel escudero que es Wert ha seguido el dictado impuesto desde el sector más reaccionario del Partido Popular. Estaba claro que para esto querían una mayoría absoluta, no para arreglar nada sino para estropearlo todo.

Mientras jugábamos al 15M ellos diseñaban un plan para Transformar España, es decir para retrotraerla al final de los setenta. Quieren acabar con todo, y por supuesto con los avances en educación. No importa que toda la evidencia científica, los informes internacionales y las reformas educativas en países tan competitivos como Singapur vaya exactamente en la dirección opuesta al proyecto wert (y claramente en la dirección apuntada por la denostada y boicoteada LOGSE).

Es mentira su deseo de modernizar economicamente el país (esto va por lo del preámbulo), su objetivo es controlar la educación para reproducir la visión integrista en valores y decisiones, y conseguir la conformidad social con un proyecto de sociedad injusto y retrogrado. Para que los que han mandado (de verdad) sigan mandando, en esa confusión indigna de intereses entre lo público y lo privado, donde el dinero acaba siempre en el lado de los ferranes o fernández de turno.

Y Madrid ha sido (y es) clave en su proyecto de contrarreforma. Aquí esta el núcleo duro de lo que perfectamente podemos llamar neofranquismo, que está ahormando a la sociedad mediante el engaño sistemático, el control mediático, el miedo y las prebendas (como era hace treinta años aquel plácido régimen para tantos). No lo hemos sabido evitar, no lo hemos sabido luchar y estamos asistiendo al desmantelamiento de la igualdad de oportunidades.

En realidad no les importa nada cargarse nuestro país, a condición de que lo que quede esté cortado con su patrón. No les importa que los jóvenes más preparados se tengan que ir de España, mientras su hijos, sobrinos y nietos se coloquen en los puestos clave. Declaraciones repetidas del estilo de las del Ministro del Interior afirmando que España será cristiana o no será, son un ejemplo evidente.

Pero no lo van a conseguir.  Es muy probable que esta política patológica a lo que nos hemos ido acostumbrando a lo largo de estos nueve años, sea inaceptable fuera de Madrid. Es posible que divulgar lo que se ha hecho en Madrid ayude a reaccionar al conjunto de la sociedad. Más nos vale.