Resulta interesante escuchar a Gomendio en la presentación de las pruebas PISA o leerla en el artículo que comentamos, y comparar lo que dice con lo que legisla. Una especie de esquizofrenia entre un discurso politico-educativo moderno y una legislación obsoleta. La duda es si no sabe de lo que habla o si miente a sabiendas, ofreciendo un discurso para fuera mientras, dentro, se hace retroceder el sistema educativo. Aunque tampoco sabemos si lo que escribe se lo escriben y habla sin comprenderlo, que es otra posibilidad.
Plantea en su artículo la Secretaria de Estado la necesidad del cambio ante las transformaciones sociales que han dejado obsoleta el modelo educativo de una sociedad donde los proferores enseñaban verdades estables para toda la vida como lo eran los empleos. Reivindica la necesidad de ir más allá de los conocimientos(¡) y apostar por desarrollar el espíritu crítico y mantener la curiosidad.
Comparte, con desaliento, los malos resultados en resolución de problemas mostrados por PISA 2012, para a renglón seguido unir estos malos resultados con el "modelo educativo que se ha mantenido sin cambios de relevancia desde 1990" momento en el que "se estancaron los resultados". Daría la sensación de que se hace a la mera aprobación de la LOGSE responsable de dicho estancamiento, sin analizar cómo se desarrolló, implantó y hasta qué punto cambiaron realmente las prácticas en los centros educativos.
Tiene su gracia la ilógica que une el párrafo que comienza con "En España aún no hemos superado el sistema tradicional exclusivamente memorístico, que sitúa a nuestros jóvenes en desventaja frente a alumnos de otros países" y el siguiente que comienza "Para ello son necesarias unas evaluaciones homogéneas a nivel nacional, que definan claramente los objetivos que hay que cumplir al finalizar cada etapa".
Desconocemos cómo van a acabar con la obsoleta metodología de aula y la memorización de los libros de texto unas evaluaciones homogeneas nacionales (revalidas) situadas al final de las etapas educativas que se puntuan con insuficiente, bien, notable… mezclados con los vastos estándares de evaluación.
Cualquiera diría que para ello, más bien, sería necesario reformar al profesorado, revisar los antipedagógicos libros de texto o los currículos academicistas planteadas por las legislaciones educativas (LOGSE y LOE incluidas). Y en este sentido la que la LOMCE se lleva el "cum lauden", con su confusión currícular absoluta entre contenidos, criterios y estándares de evaluación; así como con el hecho de que las CCAA puedan ampliar los contenidos que convierte al currículo del Ministerio en un caballo de Troya.
Por cierto, ¿qué opina la señora Gomendio del currículo de Historia elaborado por la Comunidad de Madrid para primaria? ¿Le parece memorístico o crítico-creativo? Y el de matemáticas que pretende que los niños memoricen media tabla de multiplicar a los 6 años? ¿Es eso lo que ha aprendido en sus viajes por Pekín? Porque si se cree lo que escribe debería estar cuestionándolos publicamente y preparando el recurso a través de la Alta Inspección del Estado.
A la hora de seleccionar los países "trasnformadores" pone como ejemplo al Reino Unido. La verdad es que no es un país top en PISA, ni tiene mucho de los que presumir (de hecho han tenido una visita de los profesores de Singapur para que les asesoren en la enseñanza de las matemáticas), pero como hace evaluaciones externas y publican los resultados y aunque las comenzó Thatcher las prosiguió un socialista que "dio el golpe de gracia al modelo de comprensividad" la viene fenomenal. Se lo habrá comentado la experta Inger Enkvist que dice cosas de esa especie.
Pero lo que no le habrá comentado es que existe otro país más top, es decir con mejores resultados en PISA, que ha apostado por la equidad y la comprensividad (que no es lo mismo porque lo primero es un fin y lo segundo un medio). Se trata de Finlandia, que demuestra que equidad y exceelencia pueden ir de la mano. Pero claro lo que ha hecho Finlandia desde los años 70 es lo que el partido que gobierna y le ha nombrado en su puesto se ha dedicado a deshacer por tierra, mar y aire.
Después viene un párrafo confusos donde mezcla supuestas objeciones sin señalar quien las hace, vamos que no está claro si las lanza contra Lucía Figar o contra los firmantes del pacto contra la LOMCE. Se intuye que contra Figar no, porque dice lo del punto de partida que es algo que hemos señalado en este blog. Otra objeión es lo del enfrentamiento ideológico como farsa (si claro, por eso han blindado los conciertos de los centros sexistas, blindado la educación privada y santificado la libertad de elección que ya vemos lo buenos resultados que da en Chile y en Suecia, además de elimianr la educación para la ciudadanía. Cierto, no es ideología que también se han pulido la educación artística como troncal).
El último párrafo es "de traca" uniendo el desemplo juvenil solo con la formación. Como si los jóvenes que se van y encuentran trabajo fuera tuvieran problemas con la formación y no con la estructura profunda de este país que se resiste a poner la educación por delante de la educación religiosa (como la Sra Gomendio puede constatar en Parla, Rivas o en el colegio al que, para presumir, llevó de visita a Andreas Schleicher).
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