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viernes, 31 de octubre de 2008

Inmigrantes en la escuela pública: o educarlos o echarlos … o cargarse todo

Una interesante mirada a la educación madrileña desde la realidad italiana

Los profesores que estaban en activo en 1988 recordarán el mes de bronca que terminó mandando al paro a quien pudo haber sido un buen ministro de educación, trató de darle un revolcón a la situación laboral del profesorado; pero no tenía una ley que la sustentara y estábamos en vísperas de recesión económica. Aquello terminó bien para los reclamantes, logrando un pellizco para salvar la crisis que se venía encima.

Fuente: Adolfo Gil Gómez. www.laopinioncoruna.es

Los platos rotos los pagó el sistema, dos años después la Reforma Educativa empezaba a andar sin la correspondiente memoria económica, no había un duro, y logró lo que pudo gracias el voluntarismo de una parte del profesorado que deseaba cambios frente a un sistema anquilosado. Logró esa modernización en las escuelas -las maestras siempre fueron especiales- y fracasó en los institutos, porque los profesores de universidad frustrados también siempre fueron especiales.

El actual recorte en educación
Estamos ante otra crisis, que pinta de peores colores y que huele fatal. Los gobiernos conservadores en España ya han metido la tijera hasta el fondo, han empezado por las universidades en Madrid y Valencia, tienen unas intenciones claramente privatizadoras. El Gobierno central ha dicho que nada de recortes en el gasto social; pero ya me contarán qué incidencia tiene el MEC con competencias plenas en Ceuta y Melilla.

La situación en Italia
Italia es otra cosa, allí la descentralización es cosa de la derecha más reaccionaria, el país funcionará a pesar del desgobierno, mientras no entren en crisis la Mafia y el Vaticano, no hay peligro.

Pese a todo la ministra Mariaestella Gelmini, está poniendo el sistema educativo en peligro, no sólo por conseguir unificar los criterios de toda la comunidad educativa del sector público, ni por amenazar de despido a más de 80.000 docentes y más de 40.000 no docentes, sino lo que es más grave, por querer bajar la edad de escolarización obligatoria a los 14 años, de forma que todo hijo de vecino no tenga más remedio que pedir de rodillas una plaza en las escuelas católicas concertadas y todo eso en un país que ocupa el último lugar, el vigésimo noveno, en gasto educativo según la OCDE, por detrás de la república Checa y que es de los últimos, el vigésimo tercero, en remuneración de profesores, detrás de Eslovenia.

¿Qué fiebre le ha entrado ahora a Berlusconi?
Pues ninguna en especial, simplemente se ha dado cuenta de que ya tiene muchos inmigrantes en la escuela pública y sólo le quedan dos salidas o educarlos o echarlos.

Evidentemente, y como ya se le ocurrió antes a Esperanza Aguirre, es mejor privatizar, que las clases medias siempre fueron muy agradecidas si el servicio público se lo paga el Estado en una empresa privada y dejar la escuela pública para inmigrantes, con maestros mal pagados, mal valorados y con tendencia a la extinción.

Madrid vista desde Italia
El error italiano fue, y se verá en la huelga de pasado mañana 30 de octubre, tratar de hacerlo todo de golpe sin la fineza de Aguirre, que consiguió dejar sin argumentos a la propia izquierda: los que no la votan le piden enseñanza concertada, mejor si es laica; pero tampoco importa mucho, pero sobre todo sin mucha mezcla y con buenas compañías, que son la única garantía de futuro para los bien educados.
No sé qué habrá qué hacer con las barbas.

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