Esperanza Aguirre pasa frio. Los altos techos de su palacete son tan difíciles de calentar que, sobre todo, al final de mes la hacen sufrir mucho. Algunas iniciativas se han planteado recaudar una cantida de dinero que no siendo gravosa para el que lo da sea útil para la presidenta de la Comunidad. Otros animan a comprar su libro. Pero en ningún caso podemos asegurarnos que el dinero que damos se emplee en el fin perseguido.
¿Qué podemos hacer? Qué tal un guante o calcetin desparejados que dejados en la puerta de su casa conforten el frío que padece?