Cuatro décadas de investigación sobre la evaluación de programas de intervención señalan los siguientes "factores de eficiencia" que pueden mejorar el desarrollo en los primeros cinco años de vida:
• Acceso a atención médica básica para las mujeres embarazadas y los niños pueden ayudar a prevenir amenazas para el desarrollo saludable, así como proporcionar diagnóstico precoz e intervención adecuada cuando surgen los problemas.
• Políticas ambientales que reduzcan el nivel de neurotoxinas conocidas en el ambiente protegiendo a embriones, fetos y niños pequeños de la exposición a sustancias que dañen sus cerebros en desarrollo.
• No todos los servicios son eficaces. Los programas basados en centros (escuelas infantiles, casas de niños, colegios de infantil) con un impacto positivo en el desarrollo de los niños pequeños presentan una combinación de las siguientes características:
- Personal altamente preparado.
- Clases pequeñas y pocos niños por adulto.
- Un ambiente rico en lenguaje.
- Currículos adecuados a la edad y materiales estimulantes en un entorno físico seguro.
- Interacciones cálidas y sensibles entre el personal y los niños.
- Niveles altos y mantenidos de participación infantil.
• Los programas que cuestan menos, por emplear personal menos preparado, son una pérdida de dinero si no cuentan con la experiencia necesaria para producir impactos mensurables.
• La generalización de intervenciones modélicas éxitosas a programas que sean eficaces en cualquier centro educativo de infantil es un reto formidable que se puede abordar, al menos en parte, mediante el establecimiento de estándares de calidad y la prestación de servicios de evaluación de forma periódica.Así se recoge en el informe del que son coautores el National Forum on Early Childhood Policy and Programs y el National Scientific Council on the Developing Child. El informe proporciona una guía neutral y práctica para los responsables políticos que apuestan por políticas basadas en la ciencia que beneficien tanto e los niños en situación de riesgo como al conjunto de la sociedad; para ello combina aportaciones de de la neurociencia, la ciencia de la conducta y del desarrollo, así como 40 años de evaluación de programas educativos de educación infantil.
Vía: Una escuela con los pies en el cielo