La sublevación militar de 1936 arrasó el despegue científico de España que había comenzado al inicio del siglo XX, de la mano de Santiago Ramón y Cajal.
Tras la guerra civil, el franquismo vació la universidad. De los 580 catedráticos que había, 20 fueron asesinados, 150 expulsados y 195 se exiliaron, según el recuento del historiador Manuel Castillo en su libro Enseñanza, ciencia e ideología en España (1890-1950), editado por la Diputación de Sevilla y Vitela Gestión Cultural. Blas Cabrera murió en 1945 en el exilio en México. Y la ciencia española ya no era el embrión que se había encontrado Einstein, sino, más bien, un aborto.
Justicia para el anfitrión de Einstein en España El País 22.12.2018