viernes, 16 de julio de 2010

Comunicado de Adimad sobre los recortes de julio

COMUNICADO DE ADIMAD SOBRE LA ASIGNACIÓN DE RECURSOS DE LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN A LOS INSTITUTOS DE ENSEÑANZA PÚBLICA DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

En el mes de junio ADIMAD manifestó por escrito a la Consejería de Educación su inquietud ante el retraso mostrado por nuestras autoridades en la planificación y asignación de recursos necesarios para la organización y puesta en marcha del próximo curso escolar.

En el mes de julio la Consejería de Educación ha comunicado a cada Instituto el número de profesores que le asigna para el curso 2010/2011, encontrándonos con un importante recorte en el mismo, (que estimamos en 1500 profesores) lo que imposibilita en muchos casos, especialmente en centros pequeños cubrir las mínimas necesidades educativas (lo que a medio plazo puede suponer su cierre), supone un retroceso de más de diez años para la enseñanza pública de nuestra comunidad e ignora los progresos alcanzados en educación.

Este gravísimo ataque a la enseñanza pública madrileña se centra, entre otros, en:

• La disminución de grupos y de profesores.
• La desaparición de apoyos y de refuerzos para atender las necesidades educativas derivadas de la diversidad del alumnado.
• La desaparición, en muchos centros, de los Programas de atención al alumnado con necesidades de atención específica, y que en un alto porcentaje se encuentran escolarizados en nuestros Institutos.
• La disminución de recursos para garantizar una Enseñanza Secundaria y una Formación Profesional de calidad.
• La falta de consideración a algo tan importante como la tutoría en Secundaria.
• La reducción de Jefes de Estudios cuya tarea es fundamental en el día a día de los centros.
• La supresión de rutas escolares que imposibilita en la práctica el derecho a la elección de centro.
• La falta de personal de administración y Servicios, cuyas vacantes no se cubren
• El deterioro de las condiciones de trabajo en los Institutos.

Desde ADIMAD mostramos nuestro más contundente rechazo a los recortes que, de forma unilateral, ha decidido aplicar en la enseñanza pública la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Nuestro rechazo se justifica en que:

1º- Esta brutal reducción de recursos en educación pone en grave riesgo la formación de nuestros jóvenes, el futuro de nuestra sociedad y de nuestra economía.

2º.- Las graves medidas han sido adoptadas unilateralmente sin consideración alguna a las instituciones, a las necesidades específicas ni a los proyectos educativos de cada centro. La autonomía de los centros, factor inequívoco de calidad de los mismos, queda nuevamente en entredicho.

3º.- Desgraciadamente, la Educación sigue siendo considerada por la Comunidad de Madrid como un gasto y no como una inversión de futuro; resulta por tanto incoherente utilizar la “crisis económica” para recortar recursos imprescindibles en Educación.

4º.- Las medidas de austeridad que se adopten deben buscar siempre un equilibrio en su distribución y aplicación para no poner en peligro un servicio público fundamental como es la educación de nuestros jóvenes.

5º.- La Consejería de Educación debe asumir las responsabilidades y consecuencias de esta actuación y no trasladarlas a los directores como sugieren las instrucciones de principio de curso.

Denunciada la situación y puesta de manifiesto nuestra postura, ADIMAD que en ningún caso está dispuesta a tolerar que esto suponga el principio del fin de la enseñanza pública madrileña, vuelve a pedir públicamente a la Consejería de Educación que revise las medidas aplicadas y reitera su colaboración para encontrar la mejor solución a este problema.

Madrid 13 de julio de 2010

resto del post

1 comentario:

Amalia Cruces dijo...

Por lo que estamos viendo, a los Profesores de Trabajo de Servicios a la Comunidad (PTSC), y en general a los servicios sociales, les tienen ganas. Ha llegado la hora del "salvese quien pueda".

La clave de la justicia educativa está en la Orientación. La información y la motivación está repartida de una manera mucho más injusta que la renta.

Un trabajador social menos es un gran ahorro. Sin trabajadores sociales, habrá muchos niños que dejen de pedir becas y ayudas. Ya no habrá nadie que derive a las familias a otros servicios educativos, sociales o sanitarios.

Sin trabajadores sociales se potencia el ahorro. Eso sí también crece la marginalidad.