lunes, 8 de julio de 2013

La dignidad de una niña de once años…

…ante la prueba de sexto

7 de mayo de 2013. Prueba de sexto en la comunidad de Madrid. Las familias de los alumnos de sexto del CEIP Palomera Bajas –Vallecas– habían decidido no llevar a clase a sus hijos en desacuerdo con la ilegal utilización de los datos de la prueba para elaborar un ranking de centros.

8 de mayo de 2013. A primera hora se presenta en el centro la inspectora con la orden (no recogida en la normativa) de que los niños y niñas de sexto hagan la prueba.

Sara, una de las alumnas, decide por propia iniciativa no realizar la prueba. Este es su relato:
...."nos entregaron el primer examen que era un dictado, geografía y cultura de la edad media. 
Empezamos por el dictado, nuestra profesora nos leyó el texto, pero mi amiga y yo no lo hacíamos, entonces vino la inspectora y nos dijo ¿Por qué no lo empezáis?”, nosotras dijimos que no lo queríamos hacer, entonces ella dijo en alto “profesora dile a estas niñas que consecuencia tiene no hacer la prueba, actúa como tutora” nuestra profesora nos dijo “es obligatorio hacer la prueba” nosotras le dijimos que ya lo sabíamos, pero no estábamos de acuerdo con hacerla. Ella nos dijo que tendría que hablar con nuestros padres, luego vino la inspectora y puso en un papel el nombre de mi amiga y mío. Pero luego más gente se fue uniendo a nosotras hasta que al final fuimos 14 niños (más de la mitad de la clase) los que nos negamos a hacerla. 
Tuvimos que aguantar mucha presión durante 1 hora, la inspectora nos amenazaba diciéndonos que nos iban a expedientar a nosotros o a nuestra profesora. Luego cuando ya paso la hora como “premio” dejaron salir al patio a los que habían hecho la prueba y los que no lo habíamos hecho nos dejaron en clase escribiendo por que no habíamos hecho la prueba. 
Luego toco el examen de matemáticas, nos negamos 12, un niño de los dos menos confeso que hizo esa prueba por que tenía miedo de que expedientasen a nuestra profesora. 
Me sentí presionada, asustada, preocupada por si me expedientaban a mí o a mi profesora. 
Veo esto como una prueba para poder resistir en el futuro, como un ejemplo para poder luchar por mis derechos."
A los once años también se pueden dar lecciones.

Fuente: Cartas al director y cabreos.

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