"Con la concertada, a mi juicio se ha ido produciendo una degradación de
las reglas del juego que está produciendo una discriminación por
selección de alumnos negativa". Felipe González
Además de sugerir una reflexión sobre la iglesia católica y el "deep state". Interesante lectura.
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Accede a la entrevista, inicialmente publicada en Phenomenal World y traducida por CTXT.
J. P.: Me gustaría preguntar por la educación pública y concertada y todo lo que ocurrió ahí.
En política hay dos niveles de relaciones de poder. La política democrática, por muy democrática que sea, funciona siempre como un iceberg, y algunos poderes no democráticos funcionan siempre por debajo de la línea de flotación, incluido el Vaticano. Es decir, las relaciones de poder no se ven, pero en política hay una parte de relaciones que se ven y otras que no. Entonces, ¿qué pasa en España? Es relativamente fácil de analizar, ahora que tenemos en crisis la democracia representativa en todo el mundo y nos irrita mucho, nos cuesta trabajo llegar al fondo de la cuestión. No hay un solo país democrático que no haya conocido episodios o épocas oscuras. El macartismo, por ejemplo, es una época oscura americana. Episodios poco democráticos los estamos viviendo ahora con Donald Trump, que es autoritario. Y en la democracia más sólida desde el punto de vista institucional, que es Gran Bretaña, ocurre lo mismo.
Por tanto, en educación todo estaba a la vista: de dónde veníamos, qué éramos. Pero, para comprender lo que pasó, os voy a dar más el concepto que el fondo: en 1814 empieza en Francia el liceo francés, el acceso obligatorio gratuito hasta los 14 años; en España, la universalización del derecho a la educación se produce en 1984.
Nosotros teníamos un sistema público frágil y un sistema privado, fundamentalmente en manos de la Iglesia católica, difícilmente financiable más que para un segmento de la población. Nosotros, con la universalización, establecimos escuela pública y escuela privada concertada y, fuera de eso, estaba la privada privada, la que quería tener total autonomía. En la privada concertada se establecieron unas reglas. En el momento en el que acepta una financiación pública, acepta que la escuela no puede elegir al alumno. La escuela tiene que someterse a reglas, incluso territoriales. Y, además, tenían limitaciones para hacer algunas de las cosas que después sí se han ido haciendo, se ha ido deshilachando, igual que se fue deshilachando la reforma fiscal y otras cosas. Se mantuvo más, pero también con algunos elementos de crisis, el Sistema Nacional de Salud. Incluso hoy está extraordinariamente valorado, aunque se haya deteriorado y hayan metido factores de privatización que no siempre han resultado positivos.
Con la concertada, a mi juicio se ha ido produciendo una degradación de las reglas del juego que está produciendo una discriminación por selección de alumnos negativa.
J. P.: En ese sentido, la idea podría ser que inicialmente era una medida que no tendría por qué haber dado lugar a ese tipo de…
Si se hubiera cumplido estrictamente la letra y el sentido del sistema público educativo, no tendría por qué haber resultado en ningún caso discriminatorio, pero lo cierto es que con todas estas campañas… Todos los que defienden la libertad a gritos, defienden su libertad y que los otros no la tengan. Esto es lo que estamos viendo todos los días. La libertad para todos es más complicada.
Ahora, yo veo en la composición de la escuela unos fenómenos que aceleran estas contradicciones, en el perímetro de las grandes ciudades con buen nivel de renta tú no encuentras el “incordio educativo” de tener gente culturalmente diversa, de entorno inmigrante, etc. Para simplificarlo mucho, los inmigrantes trabajan para quien les puede pagar, que son las gentes de buen nivel de renta, pero viven donde ellos pueden pagar. En sitios donde llevan a sus hijos a la escuela, donde llevan a sus familias a los centros de salud. Entonces, la escuela es completamente distinta en esos lugares.
Además de eso, la discriminación ha ido creciendo de manera no controlada, porque empiezan a cobrar, más allá de la subvención que reciben, una serie de servicios adicionales que discriminan más, que seleccionan más a uno respecto de otros. Esto no necesariamente tendría que ser así. Junto a la Iglesia católica, que era dominante en el sector, había otras entidades educativas que no tenían ese sesgo que algunos identifican con el todo. Pero casi todo el mundo se ha deslizado a hacer de la concertada una escuela con privilegio.
En una comunidad como la de Madrid dedican mucho más dinero a la concertada que a la pública, abandonan la pública y privilegian la concertada y lo ven con naturalidad. Últimamente ha habido un escándalo inconcebible de transferencia de fondos no gastados en la pública para hacer rollos en la concertada.
La idea inicial era esa: si queríamos “cubrir”, sin sectarismo previo, toda la demanda educativa que se correspondía con la oferta de universalización, teníamos que contar con la “planta instalada e instalable”.
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