La política antipática, antigua, autoritaria y antisocial llevada por el Partido Popular al frente de la Comunidad de Madrid pretende acabar con lo público y con los avances sociales de nuestra comunidad. Por educación y por sanidad es necesario Recuperar Madrid.
domingo, 15 de julio de 2007
Qué tal si le damos vueltas a lo de la bandera.
La derecha de este país utiliza nuestros sentimientos en su estrategia de asalto al poder. Al final nos dejan paralizados porque sacar nuestra bandera, la que nos identifica, supone sumarnos a una derecha franquista y excluyente.
Se quedan con la bandera de España, el himno… pero sobre todo se quedan con el discurso de que quien no piensa como ellos no es español o no defiende a España.
Y ahí, por ridículo que pueda parecer, estaba el Rajoy con su banderita en el desfile haciéndose la campaña electoral con cargo a los presupuestos del Estado: publicidad para el PP a costa de un acto institucional pagado por todos. Pero hay una solución.
Muchos sentimos que la bandera de España, por mucho que lo ponga en la Constitución es una imposición, sobre todo que tiene tal continuidad con el banderazo del franquismo que la podemos respetar pero no la podemos ondear, porque no nos sale y porque nos da vergüenza que nos confundan con la derechona.
Algunos dicen, ¡no dejemos que se la apropien!, pero es que "ellos" la tienen de antes.
Otros dicen, ¡Ondeemos la republicana!, pero esa también es una bandera parcial y no podemos aspirar a que sea la de todos.
Entonces ¿por qué no modificar la bandera?
Con Felipe II se introduce el amarillo como fondo de la Cruz de Borgoña (hasta entonces blanca) en lo que era una X marcando las diagonales.
Felipe V sustituye esta por el paño borbón, las armas reales sobre paño blanco, pero como esto confundía a España con Francia, Nápoles, Toscana, Parma o Sicilia (también gobernadas por los Borbones).
Carlos III para diferenciarse mejor de otras naciones organiza un concurso en 1785 para adoptar nuevo pabellón de la Marina.
Isabel II, en 1843 ordena que todas las unidades militares españolas utilicen la misma bandera, a partir de lo cual se la consideró como bandera nacional.
¡Vamos, que no tiene ni doscientos años!(Más exactamente 164)
Posteriormente se modificó el escudo en 1938, 1945, 1977 y ¡por fín 1981!
Entonces, si se puede modificar por qué no :
"dividida a lo ancho en tres listas, de las cuales las de los extremos, sean encarnadas y del ancho cada una de la cuarta parte del total, y la de enmedio, amarilla, colocándose en ésta el Escudo de mis Reales Armas"
Además es fácil de hacer de cada bandera frentista salen dos banderas incluyentes, basta con partirla y girarla.
martes, 3 de julio de 2007
Alicia Delibes asciende con permiso de Lucía Figar
Alicia Delibes, viceconsejera de Educación
Colaboradora de la Cope y de Libertad Digital (el ultraderechista periódico digital de Jimenez Losantos), Alicia Delibes,
En la legislatura 2003-2007 desempeñó el cargo de Directora General de Ordenación Académica en la Consejería de Educación merced a la influencia de su marido Regino García-Badell (mano derecha y portavoz de Esperanza Aguirre durante su paso por el Senado y Comunidad).
En la legislatura 2007 fue nombrada viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid (realmente la que corta el bacalao dado el papel meramente representativo que ocupa Lucía Figar)
Durante su mandato como directora General de Ordenación Académica escribió un libro-panfleto llamado "La gran estafa" que hay que leer si quieres saber lo que va a pasar con la educación madrileña.
En sus tiempos jovenes trabajó como enseñante de secundaria en el IES Isabel La Católica, aunque mientras vivió fuera de España se concentró en el trabajo doméstico.
Militante de LCR en su juventud y aficionada al atletismo
Colaboradora de la Cope y de Libertad Digital (el ultraderechista periódico digital de Jimenez Losantos), Alicia Delibes,
En la legislatura 2003-2007 desempeñó el cargo de Directora General de Ordenación Académica en la Consejería de Educación merced a la influencia de su marido Regino García-Badell (mano derecha y portavoz de Esperanza Aguirre durante su paso por el Senado y Comunidad).
En la legislatura 2007 fue nombrada viceconsejera de Educación de la Comunidad de Madrid (realmente la que corta el bacalao dado el papel meramente representativo que ocupa Lucía Figar)
Durante su mandato como directora General de Ordenación Académica escribió un libro-panfleto llamado "La gran estafa" que hay que leer si quieres saber lo que va a pasar con la educación madrileña.
En sus tiempos jovenes trabajó como enseñante de secundaria en el IES Isabel La Católica, aunque mientras vivió fuera de España se concentró en el trabajo doméstico.
Militante de LCR en su juventud y aficionada al atletismo
lunes, 2 de julio de 2007
Educación para la Ciudadanía
Yo que fui educado en las excelencias de la Formación del Espíritu Nacional (FEN) -abríamos las clases bisemanales cantando el Cara al sol-, no entiendo por qué la Iglesia cree poder inmiscuirse de forma virulenta y espasmódica contra las decisiones del poder social.(Manuel Pascua - Godella, Valencia. El País, 2 de julio de 2007)
En Europa existen asignaturas semejantes con presencia curricular desde la hora semanal de 3º a 6º en Bélgica, Grecia o Portugal, hasta las 855 horas repartidas de 1º a 9º en Suecia.
La Educación para la Ciudadanía es materia transversal en Austria, Dinamarca, Francia, Irlanda del Norte, Bulgaria, Malta y Chipre, y es materia integrada en Bélgica, República Checa, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Inglaterra, Hungría, Países Bajos, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia, Gales, Liechtenstein e Islandia.
Creo que el problema de la Iglesia católica en España no debe centrarse en la asignatura en cuestión. Pienso que deberíamos plantearnos con seriedad la importancia de normas como el Concordato en su totalidad, la financiación de la Iglesia católica y el sistema educativo que da lugar a incongruencias como los colegios concertados.
Un Estado moderno ha de ser laico y aconfesional, ambos atributos al tiempo, lo que es incompatible con un Concordato anticuado, ademocrático e involucionista. Igualmente, no es labor del Estado financiar creencias o ideologías: no estamos en tiempos de César.
De manera semejante, el MEC debería acabar con los colegios privados concertados, fuente de conflicto y desigualdad. En estos centros se adoctrina a los educandos en creencias como la católica, y esta labor debería circunscribirse a las parroquias y centros privados que a tal efecto se destinen.
La estructura de los colegios concertados, muchos de los cuales exigen, incluso, el uso de uniformes elitistas, se ha convertido en un negocio cuyos beneficios se obtienen de la subvención estatal -dinero del contribuyente-, a la que suman pingües ingresos por conceptos como comedor, transporte o actividades extraescolares, por los que se ingresan de 100 a 400 euros por mes y niño.
Han pasado 30 años desde Suárez. Es hora ya de cortar el cordón umbilical con Roma.
En Europa existen asignaturas semejantes con presencia curricular desde la hora semanal de 3º a 6º en Bélgica, Grecia o Portugal, hasta las 855 horas repartidas de 1º a 9º en Suecia.
La Educación para la Ciudadanía es materia transversal en Austria, Dinamarca, Francia, Irlanda del Norte, Bulgaria, Malta y Chipre, y es materia integrada en Bélgica, República Checa, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Inglaterra, Hungría, Países Bajos, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia, Gales, Liechtenstein e Islandia.
Creo que el problema de la Iglesia católica en España no debe centrarse en la asignatura en cuestión. Pienso que deberíamos plantearnos con seriedad la importancia de normas como el Concordato en su totalidad, la financiación de la Iglesia católica y el sistema educativo que da lugar a incongruencias como los colegios concertados.
Un Estado moderno ha de ser laico y aconfesional, ambos atributos al tiempo, lo que es incompatible con un Concordato anticuado, ademocrático e involucionista. Igualmente, no es labor del Estado financiar creencias o ideologías: no estamos en tiempos de César.
De manera semejante, el MEC debería acabar con los colegios privados concertados, fuente de conflicto y desigualdad. En estos centros se adoctrina a los educandos en creencias como la católica, y esta labor debería circunscribirse a las parroquias y centros privados que a tal efecto se destinen.
La estructura de los colegios concertados, muchos de los cuales exigen, incluso, el uso de uniformes elitistas, se ha convertido en un negocio cuyos beneficios se obtienen de la subvención estatal -dinero del contribuyente-, a la que suman pingües ingresos por conceptos como comedor, transporte o actividades extraescolares, por los que se ingresan de 100 a 400 euros por mes y niño.
Han pasado 30 años desde Suárez. Es hora ya de cortar el cordón umbilical con Roma.
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