Una reflexión sobre Australia aplicable a Madrid y España
''Muchos políticos y comentaristas políticos sugieren que la financiación no es el problema de la educación australiana,'' afirma Zyngier, profesor titular de educación en la Universidad de Monash.
''Se refieren al dinero gastado en la reducción del tamaño de las clases, argumentando que esta medida no ha conseguido mejores resultados académicos; y los políticos parecen estar de acuerdo, afirmando que gran parte del aumento del gasto en educación en los últimos 20–30 años se ha 'despilfarrado"en los esfuerzos por reducir el número de niños en las clases''.
David Zyngier afirma, por el contrario, que clases más pequeñas en los primeros años pueden elevar el rendimiento académico de los niños de los 12 años en adelante –especialmente en el caso de aquellos niños que provienen de entornos desfavorecidos–. Pero años de negligencia de los gobiernos federal y del estado y "programas de elección artificiosos que potencian a la escuela privada, han dejado a las escuelas públicas con una proporción cada vez mayor de alumnos de familias en desventaja y emigrantes, y a los estudiantes en riesgo de fracaso escolar en clases más grandes que nunca antes en comparación con la mayoría de las escuelas privadas''.
Zyngier dedicó seis meses a revisar 112 estudios realizados sobre el efecto del número de niños por clase realizado por investigadores de una docena de diferentes países en los últimos 25 años. Encontró que solo tres de los investigadores afirmaban que las clases pequeñas no tenían impacto sobre el rendimiento.
En un artículo publicado el pasado jueves en la revista revisada por iguales Evidence Base, publicado por la Escuela de Gobierno de Australia y Nueva Zelanda, el Dr. Zyngier señala que la evidencia de la multitud de estudios revisados refuta las afirmaciones de los comentaristas y políticos conservadores de que las clases más pequeñas no mejoran el aprendizaje.
Afirma que la mayor parte del "asesoramiento y de los comentarios políticos viciados" se basan, en gran medida, en un investigación de 2010 llevada a cabo por Ben Jensen, director del programa de educación escolar del Instituto privado Grattan. "Jensen sugiere que la mayoría de los estudios realizados en el mundo han demostrado que la reducción de tamaño de clase no mejora significativamente los resultados de los alumnos, y que la financiación debería reorientarse hacia la mejora de la calidad docente. Esta conclusión es errónea''.
Una aportación clave de Zyngier, con poderosas implicaciones económicas para los gobiernos, es que la reducción del tamaño de las clases no tiene porqué suceder en todas las asignaturas o en todas las escuelas. Aboga por ''reducciones específicas del número de niños por aula en los primeros años y en temas concretos, como lengua y matemáticas''.
"Necesitamos todos los medios disponibles para reducir el tamaño de las clases a 15 o menos cuando se está enseñando a los niños los elementos básicos de su educación. Pero cuando están haciendo deporte o arte u otras asignaturas, en los que un número reducido de alumnos no es tan importante, el tamaño de la clase puede ser mayor. Así que necesitamos un nuevo esquema de financiación donde las escuelas que tengan buenos recursos o las escuelas que atienden a alumnos de clase media no necesitan las clases con menos alumnos que si necesitan las escuelas con alumnos en desventaja''.
Leer The Sidney Morning Herald y el artículo Class size and academic results, with a focus on children from culturally, linguistically and economically disenfranchised communities,
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