domingo, 23 de marzo de 2008

El fracaso escolar en Madrid reproduce las desigualdades socioeconómicas y supera la media española

CCOO denuncia que la Comunidad de Madrid tiene más alumnado repetidor que el resto de España y un mapa desigual de oportunidades educativas. El Gobierno Aguirre está destruyendo la capacidad compensadora de la educación y esto no es, desde luego, un indicador de éxito, sino de fracaso: el fracaso de la política educativa de este gobierno regional.

Los últimos datos publicados en 2007 para el curso escolar 2005-06[1], informan de una tasa de titulación en 4º de la ESO[2] del 77,9% en la Comunidad de Madrid, mientras que los últimos datos publicados por el MEC para el curso 2004-05 arrojan una media estatal del 79%. Ese mismo curso, la tasa de titulación madrileña era también del
77,9%, lo que significa que el fracaso escolar madrileño (22,1%) es superior al estatal (21%).

Además, los resultados escolares en 4º de la ESO son distintos según las cinco zonas en que se divide el mapa educativo madrileño, correlacionando con el nivel de riqueza o pobreza de cada zona. Y están condicionados por una tendencia al alza en el nº de repetidores madrileños que contrasta con la tendencia a la reducción de la correspondiente media española.

Según las cifras de la Inspección Educativa, se pueden establecer dos ámbitos diferenciados: una primera zona de mayor rendimiento compuesta por el Norte, el Oeste y la Capital con tasas por encima del 80% de alumnado que consigue la titulación al finalizar 4º de la ESO –y, por lo tanto un 20% de “fracaso”; y otra segunda, de menor rendimiento, en las zonas Este y Sur de Madrid, cuyas tasas de titulación se aproximan al 70% -lo que supone unas tasas de “fracaso” escolar próximas al 30%-. De tal manera que las zonas Norte, Oeste y Capital consiguen, con sus mejores resultados, superar la media española del 79%, mientras que las zonas Sur y Este estarían por debajo.

Para CCOO, las causas de este fenómeno tienen que ver con cuestiones sociales que condicionan los propios factores escolares y que dibujan un escenario educativo desigual, en el que las posibilidades de aprendizaje del alumnado son menores o mayores, según la zona en la que viva. En todo caso, no es casualidad que la distribución de los niveles de renta reproduzca un mapa similar al de los resultados escolares.

Así, según datos del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid[3] las zonas Oeste y Norte metropolitanas de la región son las de mayor renta[4] disponible (139% y 117% de la media de la Comunidad, respectivamente), seguidas de la Capital (entre 100-124%, dependiendo de los distritos), alejadas las tres del Sur y el Sudeste (entre 60 y 70%), donde se encontrarían las rentas más bajas. Un ejemplo significativo es la zona Norte, en particular los pueblos de la Sierra Norte, donde se ha producido uno de los mayores incrementos del nivel renta regional, al tiempo que el aumento de su tasa de titulación en 4º de ESO ha llegado hasta el 81,1%, lo que le ha permitido pasar a ocupar la primera posición en el ranking territorial, desde la modesta posición que ocupaba en 1999-2000 (74,3%).

En opinión de CCOO, el desequilibrio territorial de la estructura socioeconómica madrileña está sesgando los resultados escolares, es decir, está condicionando el propio proceso educativo. Por lo que, si tanto interés suscitan las cifras del Informe PISA –aunque el gobierno regional haya desechado que Madrid dispusiera de su evaluación-, no puede mirarse hacia otra parte cuando factores socioeconómicos –que tan lúcidamente también contempla PISA- están propiciando que haya una muchacha o un muchacho de las zonas Sur o Este que no van a aprobar el Graduado en Secundaria, por cada 12 del Norte, el Oeste o la Capital de la Comunidad que sí lo harán.

Por otra parte, la tasa de idoneidad[5] ha disminuido en Madrid para todas las edades, en los últimos 10 cursos, con reducciones especialmente drásticas en los 10, 14 y 15 años -al final de la primaria y en el segundo ciclo de la ESO-. Lo que significa que, en estas edades, ha aumentado sustancialmente el nº de repetidores en nuestra región.

Y esto es así, cuando las medias españolas mejoran, salvo en el caso de los 8 años. El resultado es que, en diez cursos, el diferencial a favor de nuestra Comunidad, frente al resto de España, se ha reducido hasta alcanzar un empate técnico: diferenciales de 6,2% en 1994-95, como en el caso de los 12 años, se han reducido a 0,6% en 2004-05; de 5,4% a 0,9%, en los 14 años; de 5,2% a 0,8%, en los 15 años. Lo que demuestra que la estrategia a la repetición de curso, sin más medidas educativas, que tan frívolamente ha abanderado el PP en nuestra región, conduce al fracaso.

CCOO considera que el Gobierno de la Comunidad no sabe qué hacer con los problemas de aprendizaje del alumnado. Repetir curso, eludir el problema, es la única respuesta que, en su pugna con el gobierno central, se le ha escuchado a Esperanza Aguirre. Pero eso no es una solución. Hace falta un plan de choque contra el fracaso escolar.

En opinión del sindicato, es necesario un aumento de profesorado que haga viable una mayor atención individual, grupos más pequeños, desdobles, apoyos. Desde luego, también formación del profesorado –se han reducido en dos años el nº de actuaciones y el presupuesto-.



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