miércoles, 9 de julio de 2008

La Educación Infantil Pública no es cara

Uno de los argumentos más falaces que se escuchan referidos a la educación infantil pública es que es cara.

Hecha tal aseveración, se pasa directamente de forma implícita, y a veces explícitamente, a la conclusión de que la educación infantil pública no es sostenible, no nos podemos permitir algo tan caro, e incluso afirmaciones más reprochables aún como que es un lujo.
Así pues, sentada esta base se concluye con otra, la de que ha de evitarse el despilfarro y el lujo.
Planteada la cuestión en estos términos convierte el asunto en un debate perverso.

Mariano Olmos Miguel (Publicado en "ESCUELA" el 3 de julio de 2008)

Lo primero que ha de plantearse para poder avanzar algo en esta como en otras materias sin derivar por derroteros erróneos es partir de proposiciones claras y evidentes, y si es posible que no necesiten demostración, pero ante todo verdaderas.

En este orden, es axiomático que la educación es un derecho fundamental de la persona y, si persona es todo ser humano desde el nacimiento, desde el nacimiento se convierte el ser humano en sujeto de este derecho.

Nuestra Constitución lo tiene consagrado en el artículo 27.1 cuando dice que “Todos tienen el derecho a la educación”.

Por cierto, es recomendable echar un vistazo de vez en cuando al artículo completo y reflexionar sobre él. No tiene desperdicio. Por ejemplo en el punto 2. dice “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. Y el 5. dice que “Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes”. Por cierto, no hay que olvidar que este artículo viene enmarcado en la CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA en la SECCIÓN I. DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y DE LAS LIBERTADES PUBLICAS

Por lo tanto, la educación en general y la infantil en particular no puede ser calificada de cara o barata, ese es un plano de análisis meramente economicista y no debe analizarse en estos términos. Ese no debe ser el marco del debate. El planteamiento es que la educación infantil es necesaria para cumplir con este precepto constitucional en toda su extensión. Este debe ser el marco del debate, si quiere hacerse en serio.

De todos modos, aún “negando la mayor” en el falso argumento que aquí se denuncia, tal vez convenga profundizar en él y desmontar con algunos datos orientativos el aserto engañoso.

Se dice de una cosa vendida, comprada u ofrecida que es cara cuando su precio es más alto que el de otra tomada como punto de referencia.

En el caso de la Educación Infantil pública no sabemos cual es el punto de referencia cuando se afirma que es cara. Si no se considera necesaria e imprescindible en sí misma, ¿con qué se la compara?

Si analizamos desde la afirmación de ser cara, por ejemplo, la Educación Secundaria, etapa educativa que nadie discute en cuanto a la consideración de necesaria e imprescindible, nos encontramos con algunos elementos que nos pueden ayudar a reflexionar y hasta a comparar.

Pues bien, elegido un Instituto de Educación Secundaria público de la Comunidad de Madrid para el análisis de este asunto nos encontramos con lo siguiente: El instituto estudiado tiene matriculados 580 alumnos. El número de profesores que trabajan en él asciende a 66. Está dotado de 4 conserjes y 3 trabajadores más para administración y tiene asignada una cantidad anual para gasto corriente de unos 102.500.- €.

Analizados los salarios de los profesores y realizando estimaciones medias con respecto a los conceptos que los componen (sueldo base, antigüedad o trienios, complemento de destino, complemento específico general docente, complemento específico singular docente y complemento específico por formación permanente o sexenios), las dos pagas extraordinarias, y añadiendo el cálculo porcentual de la aportación obligatoria del Estado a MUFACE (5,07 %), obtenemos la cantidad estimada de 3.300.000.- € anuales por costes de personal.

Por lo tanto, sin considerar ningún otro factor, el coste anual del IES referido asciende a unos 3.402.500.- €. A partir de este dato, el coste anual de una plaza en un IES público es de 5.866.- €.

Acudimos a esta fórmula sencilla de estudio porque no se publica anualmente ningún modulo de coste oficial en esta etapa educativa. En Educación Infantil sin embargo sí se publica.

Así, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, en el “Acuerdo de 8 de febrero de 2007”, fija la cuantía de los precios públicos de los servicios de las Escuelas Infantiles (BOCM Nº 50, de 28 de febrero de 2007), y en la exposición de motivos dice “El coste anual, sin amortización de la inversión, de una plaza en una Escuela Infantil pública es de 5.858.- € en el caso de las Escuelas Infantiles de gestión directa y de 4.686.- € en el caso de las Escuelas Infantiles de gestión indirecta.”

Estos datos por sí mismos sirven para poner luz en el asunto y negar la afirmación de que la Educación Infantil es cara.

No obstante, se podría reflexionar también sobre otras cuestiones y hacer comparaciones de otro tipo.

Por ejemplo, una Escuela Infantil de cero a seis años con 135 niños, con integración de alumnos de necesidades educativas especiales, y con un funcionamiento horario ininterrumpido desde las 7.30 a 19.30 horas, tiene una dotación de 13 ó 14 educadores, lo que arroja una ratio general de 10,4 ó 9,6 alumnos por educador. La jornada laboral de un educador oscila entre, las 34 horas semanales de los educadores en el caso de las Escuelas Infantiles de gestión directa y las 40 horas en el caso de las Escuelas Infantiles de gestión indirecta.

Un IES como el mencionado, con 580 alumnos y 64 ó 66 profesores tiene una ratio de 9 u 8,8 alumnos por profesor. La jornada semanal de un profesor oscila entre las 18 y las 21 horas de período lectivo, a la que se sumarían entre 3 y 9 horas más de períodos complementarios, alcanzando un total semanal que oscila entre las 24 y las 27 horas semanales de permanencia máxima en el centro.

No entraremos aquí en detalles salariales particulares ni de cumplimiento horario en ninguna de ambas instituciones.

Ah, en la Escuela Infantil “promocionan” todos los alumnos. No existe el llamado fracaso escolar.

No se trata de embarullar. De lo que se trata es de poner en evidencia a quienes argumentan sin reflexión que la Educación Infantil es cara. Para dejar de invertir en una Educación Infantil pública de calidad hay que buscar otro argumento. Ni siquiera el economicista vale por más que se repitan afirmaciones falsas sin ton ni son. Y los demás que se busquen de manera forzada, por una u otra razón, decaerán también, porque la educación, insistimos, es un derecho desde el nacimiento.

Por otra parte, si los ciudadanos, que son quienes pagan los impuestos, reclaman de manera constante, sistemática e indubitada este derecho en abstracto, y lo hacen en concreto solicitando una plaza de escuela infantil pública de calidad año tras año, hasta la desesperación, ¿por qué este empeño contumaz de negársela?

No se lo neguemos, es un derecho fundamental de los niños.

Por nuestra parte seguimos sosteniendo que...

“EDUCANDO A LOS MÁS PEQUEÑOS, CONSTRUIMOS SU FUTURO Y EL DE NUESTRA SOCIEDAD”

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