El libro de Gosta Esping-Andersenl, sociólogo danes afincado en Barcelona, plantea los retos al que nuestras sociedades deben dar respuestas haciendo un lúcido y novedoso análisis del papel que debe jugar el estado de bienestar en una economía en crisis:• Familia y revolución del papel de la mujer.
• Hijos e igualdad de oportunidades.
• Envejecimiento y equidad.
En un momento en que el advenimiento de la economía postindustrial está poniendo en entredicho los compromisos que han llevado al crecimiento de los estados del bienestar europeos, las grandes evoluciones sociales recientes (entrada de la mujer en el mercado laboral, envejecimiento de la población, desigualdades crecientes...) reclaman nuevas intervenciones.
¿Es hoy posible establecer los nuevos compromisos que permitirían redefinir las misiones del estado del bienestar en el siglo XXI?
Editorial Ariel, 2010, 126 páginas. Puedes ver el índice completo en el desplegable.
ÍNDICE
PRESENTACIÓN. Un Estado del bienestar para las envejecidas sociedades posindustriales
Estado del bienestar y sociedad industrial
Los divorcios
Dirigir las políticas sociales hacia el futuro
Los tres grandes retos del Estado del bienestar en el siglo XXI.
PRIMERA LECCIÓN. Familia y revolución del papel de la mujer.
Las mujeres están cambiando el mundo.
Familia y regímenes de protección social.
El reto de una nueva política
Ayuda a las familias
Hacia una política de conciliación eficaz.
Apoyar la ocupación de la mujer a lo largo de su vida.
¿Feminizar la trayectoria vital masculina?.
¿Un nuevo reparto de papeles entre el Estado, el mercado, las asociaciones?
La compatibilidad de los regímenes de protección social.
SEGUNDA LECCIÓN. Hijos e igualdad de oportunidades
Introducción
Nuevos retos.
Cada vez más obstáculos
El aumento de las desigualdades salariales
Los retos demográficos
Identificar los mecanismos de la herencia social
La importancia del dinero
La importancia de la dedicación en tiempo de los padres.
La importancia del nivel cultural de la familia.
Repensar el Estado del bienestar
Reducir el efecto ingresos
Homogeneizar el medio de aprendizaje
Ocupación de las madres y resultados de los hijos
Conclusión: ayudar a las familias a invertir en sus hijos
TERCERA LECCIÓN. Envejecimiento y equidad.
Introducción.
El reto del envejecimiento.
Regímenes de protección social y personas mayores.
Los dos rostros del familiarismo.
La justicia intergeneracional.
Trabajar durante más tiempo.
Una financiación equitativa.
La reforma de las pensiones para nuestros hijos: más allá del contrato generacional.
Nueva trayectoria vital, nuevas desigualdades.
La reforma del sistema de pensiones empieza por los bebés.
1 comentario:
Al estado del bienestar le quedan dos telediarios como no espabilemos.
Para vender armamento y subir el precio del petróleo se inventaro las armas de destrucción masiva en Irak y se cargaron el prestigio de la ONU. Para vender Tamiflú se inventaron la gripe A y dejaron para el arrastre a la OMS y para cargarse el estadodel bienestar se han inventado la crisis financiera. ¡¡No escarmentamos nunca!!
Los especuladores están deseando echarle mano a las pensiones y cargarse la sanidad y la educación públicas.
Sueñan un mundo en el que todos vayamos sumisos a sus bancos con nuestro dinero a pedirles: "Me guarda usted este dinerito para cuando sea mayor. Me administra usted mis ahorros por si me pongo malo, pierdo el empleo, o por si mis hijos tienen que estudiar en la universidad".. .. Y su caja cada vez más llena. Fondos inmensos sin controles, sin principios solidarios, ... ¡genial!
Si, además, de paso, consiguen que los trabajadores no tengan derechos y que no haya sindicatos mejor que mejor. Si para colmo los parlamentos democráticos ya no hacen las leyes, la soberanía nacional no existe y el estado de derecho se hunde, ¡qué más queremos!. Menos estorbos para ganar y ganar. El resto del trabajo sucio lo hacen los medios de comunicación (que se compran con dinero, por cierto).
Un ejemplo de cómo funciona esto: a los bancos les hemos dado fondos para evitar la crisis financiera al 0% y los mismos que cogieron ese dinero gratuito y sin controles ni transparencia, ahora se lo prestan a los griegos al 4% porque dicen que son insolventes (según su criterio, claro). ¡Qué tíos!
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