Los de siempre con lo de siempre

Gran novedad pedagógica: separación de niños y niñas

El adelanto de que el proyecto de ley de igualdad de trato contempla la eliminación de los conciertos educativos para los centros que discriminan a niños y niñas impidiendo la educación mixta ha generado una interesante campaña de imagen del lobby del fundamentalismo católico.

Por un lado destaca el uso del término "educación diferenciada", en vez de escuela sexista, educación discriminadora, segregación de niños y niñas o separación de los niños por razón de sexo inspirada por concepciones fundamentalistas de la religión católica. Sólo nos queda por oir referirnos al apartheid de Sudafrica como "sociedad diferenciada", "autobuses diferenciados", "piscinas diferenciadas"…

También llama la atención, la tergiversación de los datos sobre fracaso escolar. Mariano del Castillo, director del Instituto Tecnológico Educativo de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), afirmó en las II Jornadas de Educación Diferenciada que organiza esta asociación,

que mientras en la educación diferenciada las cifras de fracaso escolar se sitúan en el seis por ciento de los alumnos, este porcentaje asciende al 36 por ciento en la educación pública y al 16,6 por ciento en el conjunto de la educación privada, por lo que consideró estos resultados favorables al modelo educativo en el que niños y niñas estudian en colegios separados como “abrumadores".

Y es que no se entiende que gente tan lista, tan preparada, tan de la nata de la sociedad, tan del opus, compare los resultados sin incorporar la variable socieconómica, que en el caso de la pública y de la privada (concertada) parece fundamental.

Ellos a lo suyo y la banda de los cuatro a trabajar para ellos, cediéndoles suelo, concertándoles y mimándoles.