
Las conclusiones del informe cuestionan la normativa regional sobre las escuelas infantiles. El resultado es que "el 87% identifica cambios en los niños, tras la entrada en vigor de la normativa, como problemas de ansiedad, nerviosismo y un incremento de conflicto en los colegios".
Con la nueva legislación, la Comunidad de Madrid permite un aumento de ratios en las aulas de infantil, pasando de 16 a 20 niños en las aulas de dos a tres años; aumentar el número de alumnos en las clases de uno a dos años, construir centros sin patio propio y reducir la dimensión de las aulas.
La diputada socialista Fátima Peinado señaló ayer en la Asamblea de Madrid que con el decreto "lo único que le interesa al Gobierno de Aguirre es reducir los costes en la educación pública".
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