Tras haber visto en El Intermedio los comentarios de la Condesa sobre el edificio del ayuntamiento de Valdemaqueda, y su posterior solicitud de disculpas, conviene hacernos una serie de reflexiones que superan este caso concreto:
1. Aguirre es una ignorante de tomo y lomo. La falta de conocimientos, de criterio y de apertura de mente que aplica para arremeter contra un edificio que ha recibido premios ¡hasta de la Comunidad de Madrid! es el mismo que aplica con temas transcendentales para la sociedad, como la educación.
2. Aguirre usa, en su vida política cotidiana, unas maneras cortijeras. ¡Oye, alcalde!, ¡Ya, es que habría que matarlos a todos!. No es la primera vez, cuando no tiene los micrófonos delante (o cuando piensa que no los tiene) lo que sale por su boca resulta muy poco edificante. Poco digno de alguien que ostenta(!) la representación institucional de los habitantes de la Comunidad de Madrid. (ver también el ¿Quién les ha llamado?)
3. Aguirre bromea con la pena de muerte. Utilizar lenguaje y bromas sobre la pena de muerte da a entender que forma parte de su universo mental. No sorprende, pero no esta de más recordarlo.
4. Aguirre no tiene credibilidad. En relación con la solicitud de disculpas. ¿alguien se puede creer que realmente se arrepiente de lo que ha dicho? Casi seguro de que lo primero que hizo fue intentar saber quién había filtrado la grabación a la Sexta; y también puedes estar seguro de que no era para felicitarlo por ejercer la libertad de expresión.
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