Más allá de la autoridad, démosle la vuelta al tema
Tras un intenso boicoteo de la Consejería de Educación a la asignatura de Educación para la Ciudadanía que incluyó la censura de cursos en los demolidos CAP's, ahora, amparándose en el informe TALIS (que dice lo contrario de lo que Esperanza y sus secuaces les ha dado la gana interpretar) nos enreda en un absurdo debate.
Por lo que a este tema respecta de lo que deberíamos estar hablando es de si basta la asignatura de "educación para la ciudadanía" para educar ciudadanos o sobre como se trabaja esta "quinta compentencia" en todos los cursos en los que no hay "asignatura"; o, más interesante, cómo se come eso de financiar a la escuela privada católica (hegémonica en los conciertos), la misma que tergiversa la educación ciudadana de los niños y jóvenes que luego te encuentras en el metro o en las fiestas patronales.
Las 20 páginas de artículo que te ofrecemos son una interesante reflexión de Alfie Kohn sobre qué debe hacer la escuela para promover las valores prosociales en la escuela más allá de castigos y chantajes (así como de tarimas y placas de "sherif"). Kohn es autor de varios libros no publicados en España, desde "No Contest: The Case Against Competition" (1986) a "The homework myth: Why our kids get too much of a bad thing"(2006); se trata, en fín de uno de los mayores defensores de la cooperación y la prosocialidad en el aprendizaje (y en la vida) de las personas.
Puedes descargarte la publicación aquí
NIÑOS QUE CUIDAN: El papel de la escuela1
Revista PHI DELTA KAPPAN. Marzo de 1991
ÍNDICE
Nuestras creencias sobre la naturaleza humana. 2
Algunas evidencias científicas. 3
¿Educar en valores prosociales es adoctrinar?. 5
Sobre el egoísmo y la competitividad. 5
Sobre la falta de tiempo. 6
Las 4 maneras de cambiar los comportamientos. 6
1. Castigar. 2. Chantajear. 3. Animar un compromiso con los valores. 4. Animar un compromiso grupal con los valores.
La actitud del profesorado. 10
1. Lo que los educadores creen. 2. Lo que los educadores dicen. 3. Lo qué los educadores hacen. 4. ¿Qué relaciones animan los educadores entre los alumnos?.
Cómo animar una interacción positiva. 14
Un programa exitoso: CDP. 16
Una "educación digna de ese nombre es esencialmente educación del carácter” dijo el filósofo Martin Buber en una reunión de profesores en 1939.(1) Al decir esto, planteó el desafío más radical e inquietante que su audiencia pudo oír. No quiso decir que las escuelas debieran desarrollar una lección sobre valores o razonamiento moral y pegarla sobre el plan de estudios existente. Ni que hubiera que enseñar a comportarse a los niños problemáticos.
Él quiso decir que la esencia de la profesión de enseñantes nos invita a intentar generar no sólo buenos estudiantes sino buenas personas. Dado que incluso la tarea más modesta de producir buenos estudiantes parece enormemente ambiciosa (quizás debido a un énfasis mal puesto en producir buenos aprobadores de exámenes) la propuesta de Buber puede parecer seriamente utópica. Pero en el medio siglo transcurrido desde su discurso, la necesidad de que las escuelas desempeñen un activo papel en la formación moral ha crecido de forma acuciante.
Esa necesidad se refleja no solamente en el aumento de embarazos adolescentes y del consumo de alcohol y otras drogas sino también en la evidencia de un egoísmo y una competitividad crecientes entre la juventud. En su más tierna infancia, los niños aprenden a no ser tiernos. Una docena de años de escuela no hacen mucho por promover la generosidad o un compromiso con el bienestar de los otros. Por el contrario, a los estudiantes se les trasmite que ser inteligentes significa intentar ser el número uno.
Deseo argumentar, en primer lugar, que podemos hacer algo para rectificar esta situación porque nada en la "naturaleza humana" hace inevitable el egoísmo; en segundo lugar, que los educadores en particular deben hacer algo al respecto; y tercero, que la investigación psicológica, el sentido común y la experiencia de un importante proyecto experimental en California ofrecen una guía para ayudar a los niños a conviertan en adultos preocupados por los demás. (sigue leyendo en el pdf)
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