Evolución del gasto público en educación como porcentaje del PIB. 1994-2012 |
El combinado perfecto de las tres Ies: Ignorancia, Ideología, Inercia. Recogemos las ideas centrales del discurso:
La solución no es económica, porque España no ha escatimado presupuesto en los últimos años para el sistema educativo, sino de definición de un modelo educativo en el que primen la exigencia, el estudio y la disciplina… Ver gráfico superior
El actual sistema educativo está basado en una concepción socialista de la enseñanza, que extiende la mediocridad y, en vez de estimular la excelencia, alienta el desinterés. Si suspender apenas tiene consecuencias, el esfuerzo no merece la pena. Ver la versión no boicoteada de la logse: Finlandia
La izquierda sigue creyendo que es titular por derecho natural del monopolio de la enseñanza y del modelo social. ¿Monopolio? Porcentaje educación pública en Madrid Capital: cerca de un 37% de los alumnos acuda a un colegio público frente a un 45% que va a un centro concertado y un 18% que estudia en un colegio privado.
Esta soberbia ha sido desastrosa para el sistema educativo, en el que buena parte del profesorado y de las familias ha interiorizado que ser exigente es una actitud carca, cuando la experiencia de los mejores sistemas del mundo ha demostrado que es la única opción para generar juventudes bien formadas. ¿Buena parte del profesorado y de las familias? ¿ser exigente es hacer reválidas? ¿En qué España vive el editorialista?ABC tendrá que explicar por qué con una ley tan mala, tan mala, tan mala comunidades como Navarra, Castilla León, Asturias o País Vasco están por encima de la media y cercanos a los mejores países europeos.
Una enseñanza mediocre que urge mejorar
EL Informe PISA de 2012, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha vuelto a situar al sistema educativo español por debajo de la media europea en los principales medidores de la calidad de la enseñanza. Es cierto que los estudiantes españoles han mejorado levemente su puntuación en la escala mundial de lectura y ciencias, manteniéndose en matemáticas. Pero son unos resultados insatisfactorios e impropios de país con un excelente potencial humano en el ámbito de la investigación y de las profesiones liberales. La solución no es económica, porque España no ha escatimado presupuesto en los últimos años para el sistema educativo, sino de definición de un modelo educativo en el que primen la exigencia, el estudio y la disciplina, sobre la base de una efectiva igualdad de oportunidades, que no de resultados. De hecho, el informe alerta de que, por primera vez, la «equidad socioecónomica» empieza a fallar en el sistema español de enseñanza, provocando peores resultados en las Comunidades socialmente desfavorecidas. Por eso es necesario una reforma estructural del sistema educativo español, como propone la Lomce. El actual está basado en una concepción socialista de la enseñanza, que extiende la mediocridad y, en vez de estimular la excelencia, alienta el desinterés. Si suspender apenas tiene consecuencias, el esfuerzo no merece la pena. Lo que sí la merece es dar una oportunidad a la alternativa. La izquierda sigue creyendo que es titular por derecho natural del monopolio de la enseñanza y del modelo social, y que cualquier reforma que proponga la derecha debe ser descalificada por usurpar sus prerrogativas. Esta soberbia ha sido desastrosa para el sistema educativo, en el que buena parte del profesorado y de las familias ha interiorizado que ser exigente es una actitud carca, cuando la experiencia de los mejores sistemas del mundo ha demostrado que es la única opción para generar juventudes bien formadas.
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