No lo hubieramos dicho mejor.
Desde hace meses asistimos a la batalla de Esperanza por controlar CajaMadrid, a la que lleva intentanto convertir en un brazo más de su tentacular control de los recursos públicos de la Comunidad de Madrid. Algo que vimos cuando la Opa de Gas Natural sobre Endesa a la que Aguirre se oponía para "evitar que el control de una compañía estratégica saliera de la patria" y acabara en Barcelona.
Como Blesa, el actual presidente de Caja Madrid que fue puesto en su cargo por su amistad con Aznar, se opuso a este enjuague político, la condesa de los calcetines no se lo perdonó y le tiene en el punto de mira. Dentro de esta operación de control político se explica el nombramiento de Angel Acebes y otro apellido familiar como consejeros y la presentación trapacera en el último minuto de una modificación de las reglas de juego que quita poder a los Ayuntamientos para darselo a Aguirre.
En este contexto es en el que Juan Bravo, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid ha hecho las siguientes declaraciones: "la Comunidad de Madrid, que utiliza de este modo su capacidad normativa en beneficio propio".
¿Cuando entenderemos que detrás del logo publicitario de "La suma de todos" se esconde una táctica de rapiña económica e ideológica "en beneficio propio"?.
También afirma que "atribuye de hecho a la Comunidad de Madrid una capacidad de control sobre la entidad, que va mucho más allá de las competencias de "disciplina, inspección y sanción" que la Ley le encomienda"
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2 comentarios:
Es todo mucho mas sencillo. Los cargos tienen un plazo, y el plazo de Blesa ha caducado. Lo demas es aferrarse al sillon de manera patetica.
Con Esperanza Aguirre no hay nada sencillo. La caducidad de los cargos en España en la judicatura o en otros puesto suele ser motivo de enconados debates.
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