P. ¿Hay un problema de identidad en la izquierda?R. Lo que tiene es un exceso de luchas identitarias. A la izquierda madrileña le falta, en mi criterio, estar mucho más pegada al terreno, conectar más con lo que le pasa a la gente, construir una contrahegemonía clara a los lenguajes y valores de los neoconservadores y de la derecha. No es un problema de identidad, sino de cómo se hace la política, porque si nos perdemos en ver si somos más alternativos, más o menos anticapitalistas, más o menos republicanos, más pacifistas o más feministas... no es atinar con la definición. Lo imprescindible es construir un programa de izquierdas entre todos.
P. Entonces, ¿cómo explica el avance de la derecha?
R. El avance de las políticas neoliberales tiene que ver con el exceso de explicaciones conservadoras a la realidad de este nuevo mundo, sin que se haya hecho una contundente explicación desde la izquierda con propuestas y alternativas. Si avanza el otro, retrocedes. Además, esa hegemonía liberal tiene que ver con la ambigüedad y la convergencia en determinadas políticas de la socialdemocracia, que al final incluso a ellos se les ha vuelto en contra. Y esas respuestas que necesita la izquierda son imprescindibles en Madrid, que es el buque insignia de la política neoconservadora.
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P. Su grupo ha denunciado en la Asamblea el espionaje en la Comunidad de Madrid, la trama Gürtel... Ha llegado a hablar de la peor crisis institucional de la región tras el tamayazo. Nada parece hacer mella en el Gobierno de Esperanza Aguirre y los ciudadanos piensan que no hay oposición en Madrid...
R. En Madrid concurren muchos factores: su característica de lugar muy visible de la política nacional, que marca la distancia con el debate político madrileño, a la vez que el debate madrileño está muy encanallado desde el tamayazo y, también, que partidos políticos de izquierdas y organizaciones sociales tendremos que convenir que muchos ciudadanos se sienten alejados de los sistemas electorales institucionales como forma de representarlos. Todo ello requiere una reflexión crítica, atinada y que lleve a ofrecer alternativas de la izquierda.
P. Entonces, ¿no cree que Aguirre sea imbatible?
R. En absoluto. De hecho, es un momento crucial por todos esos escándalos y el deterioro del Gobierno regional. Creo que en IU tenemos que construir entre todos un proyecto de cambio por la izquierda claro, contundente, que, con una oposición radical al Gobierno y a las políticas de Aguirre, llame a la gente para un cambio de verdad.
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