Somos un colectivo de madres y padres afectados por la escasez de plazas públicas de primer ciclo de educación infantil en la zona Centro de Madrid. Hemos decidido movilizarnos y esperamos contar con vuestro apoyo en esta reivindicación. Os agradeceremos la máxima difusión posible de la convocatoria.Actualmente en el distrito Centro de Madrid se ofertan plazas en 4 escuelas públicas de primer ciclo de educación infantil. Son “El Duende” “La Paloma” “Osa Menor” y “Centro IV”, esta última aún en construcción. La oferta total de nuevas plazas de 0 a 3 años para el próximo curso se limita a 176, con la siguiente distribución por edades:
Nacidos en 2011 (de 0 a 1 año) ………… 32 plazas
Nacidos en 2010 (de 1 a 2 años) ………… 43 plazas
Nacidos en 2009 (de 2 a 3 años) ………… 101 plazas
Según los datos del Ayuntamiento de Madrid, actualizados a 1 de enero de 2009, la población de 0 a 4 años en el Distrito Centro era de 5260 niños.
Consideramos que 176 plazas son del todo insuficientes para cubrir las necesidades educativas de una zona tan poblada de Madrid. Más aún cuando 64 de ellas corresponden al citado “Centro IV”, que la Consejería de Educación promete abrir en octubre.
Sigue leyendo en el desplegable. Fuente: Peques sin plaza
En el distrito Centro de Madrid además hay una asombrosa carencia de escuelas infantiles concertadas y privadas, circunstancia que nos deja sin ninguna alternativa.
Hartos de soportar esta situación, animamos a todos los ciudadanos y ciudadanas a sumarse a la concentración del próximo 19 de mayo. Con vuestro apoyo no vamos a permitir que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid condenen al abandono el primer ciclo de educación infantil pública.
La escasez de plazas públicas nos perjudica:
1. Atenta contra el derecho a una educación de calidad de nuestros menores, quienes sufren el aumento del número de compañeros por cuidador en vez del aumento de número de aulas.
2. Nos obliga en muchos casos a delegar la atención de nuestros hijos/as a cuidadores no profesionales, o a recurrir a una red familiar, no siempre disponible.
3. Agrava la crisis económica en nuestros hogares, porque implica un presupuesto desorbitado para afrontar la enseñanza privada, los cuidadores, y/o las reducciones de jornada pertinentes. En demasiadas ocasiones resulta incluso más rentable renunciar al puesto de trabajo.
4. Es la principal barrera para lograr una auténtica conciliación de la vida familiar y laboral.
5. Favorece que la Comunidad de Madrid mercantilice la educación de nuestros/as hijos/as en un periodo de vital importancia para su desarrollo.
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